En la entrega de las 109 camas del Hospital Mental de Antioquia, su gerente, Alberto Aristizábal, dijo que con la pandemia aumentaron cerca de 20% la demanda de atención mental de jóvenes en el departamento. El encierro, la incertidumbre y las presiones pasaron factura a la salud mental de los antioqueños.
El año pasado, el Hospital realizó 153 consultas cada día, alcanzando las 55.200 al año. Por su parte, las autolesiones, particularmente en niños, niñas y adolescentes, aumentaron 213% en el departamento.
El problema es que los servicios de salud mental aparecen en el fondo de la tabla de rentabilidad junto con los pediátricos. Es decir, las tarifas que reconocen las EPS y prepagadas a hospitales e IPS no alcanza a retribuir los costos en los que incurren IPS y hospitales atendiendo a estos pacientes, tal como lo indica Luis Alberto Martínez, presidente de la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia.
Este año en Antioquia se ha presentado el suicidio de una persona cada día en promedio. En 2021 hubo un aumento en los intentos de suicidio con 4.364 casos frente a 4.248 ocurridos en 2020.
Y mientras la población demanda cada vez más servicios de salud mental, el sistema flaquea para ofrecer diagnósticos y tratamientos requeridos.