Cuando no había computadores ni internet, cuando las comunidades estaban más alejadas del desarrollo y las dificultades y precariedades se acentuaban, y cuando el reconocimiento estaba lejos de darse en redes sociales, las buenas acciones eran, con frecuencia, olvidadas.
Afortunadamente este no fue el caso de Florentina Restrepo Restrepo, una mujer de Ciudad Bolívar que nació en 1878 y que dedicó su vida a la enseñanza en un corregimiento que en ese siglo XIX no tenía escuela, ni muchos profesores o recursos.
Sus bisnietos y algunos habitantes del corregimiento San Bernardo de los Farallones estaban preocupados porque su historia y su legado estaba siendo olvidado.
Sin embargo, el municipio se reunió hoy en esa primera escuela, ahora llamada Institución Educativa Rural Farallones, para hacer un homenaje póstumo a esta mujer y asegurarse de que su memoria y su labor no sea olvidada.
Lea acá: Comerciantes se unen para convertir el centro de Medellín en zona segura
Conservar su legado
Como contó el secretario de Educación, Cultura, Turismo, Deporte y Recreación del municipio, Julián Taborda, Florentina Restrepo, conocida ahora como la tía Flora o la abuela Flora, fue una de las primeras maestras de la escuela y acompañó a los estudiantes en temas como religión, biología y letras.
“Aunque su historia no está escrita, sí hay datos que nos confirman su veracidad”, contó Taborda, que agregó que “como Secretaría tenemos la responsabilidad de rescatar el pasado”.
Uno de los bisnietos de Restrepo, Daniel Truijillo, envió el pasado mes julio un derecho de petición al despacho de esta Secretaría donde solicitó, de manera poética, cambiar el nombre de la institución por el de su abuela, Florentina.
“Su memoria fue borrada el día que desapareció su nombre de la escuelita de dos pisos, corredor enchambranado con madera cuadrada y paredes pintadas de azul claro”.
“Aunque es difícil el trámite de cambiar el nombre, nos comprometimos con Daniel Trujillo a realizar, este mismo año, una placa donde se reconozca la vida y obra de Florentina”.
Y así fue. A las 10 de la mañana, en un evento en el que, entre otros, asistieron el alcalde Mauricio Márquez, el secretario Taborda, el rector de la institución, Bairon Mejía; los familiares de Florentina y funcionarios de la Secretaría, instalaron la placa en un homenaje acompañado de historias, anécdotas y baile tradicional.
Además, a las 3:00 p.m. se realizó un conversatorio del libro Linajes y olvidos, escrito en su honor por su bisnieto Daniel Truijillo.