Son 23 los municipios que, entre lomas y hondonadas, páramos y riberas, están asentados en el Oriente de Antioquia, una tierra que separa al Valle de Aburrá del río Magdalena. Esas poblaciones, según Cornare, generan 164.000 toneladas de residuos sólidos al año. De ese total, 44.000 alcanzan a ser recuperadas y logran tener un segundo uso. El resto va a los rellenos sanitarios. Y acá comienza el problema: el Oriente no tiene un relleno sanitario regional y varios de sus municipios ni siquiera cuentan con uno propio.
Diana María Henao, jefe de Ordenamiento Territorial y Gestión del Riesgo de Cornare, la autoridad ambiental en las cuencas del río Negro y Nare, expresa que Rionegro y Guarne, dos de los municipios más grandes de la región, no tienen rellenos sanitarios: “En Rionegro no es posible hacer uno por la cercanía del aeropuerto. Entonces, los residuos van a La Pradera. En Guarne se hizo un estudio hace un tiempo para construir uno. El trabajo de Cornare es crear un diálogo para que en la región se trabaje de manera articulada en una mejor gestión de los residuos”.
Para Henao, el reto, más que construir un relleno sanitario regional, está en evitar que los residuos lleguen a los ya existentes. Y así lo están haciendo. Cada año, en el Oriente se reciclan 25.000 toneladas de cartón. Con los residuos orgánicos, como cáscaras, restos de comida y bagazos de frutas, produjeron 21.000 toneladas de compost en 2020.
Es decir, todos esos desperdicios, que un relleno sanitario se hubieran descompuesto y causado malos olores, terminarán siendo utilizados para fertilizar cultivos de cacao y bosques restaurados. “La meta de los próximos años es llegar a 24.000 toneladas de compostaje. La idea es que los orgánicos dejen de llegar a los rellenos sanitarios por completo”, advierte la funcionaria ambiental.
Luis Aníbal Sepúlveda, gerente de la empresa Earthgreen y experto en reciclaje, dice que el Oriente ha sido ejemplo en aprovechamiento de residuos. “La apuesta que se ha hecho es audaz, con metas claras. En Colombia ha hecho falta más voluntad para desarrollar proyectos de reciclaje. Somos muy tímidos en eso y el Oriente nos está dando ejemplo”, expresa. Y añade: “El Valle de Aburrá y otras subregiones deberían tener las mismas metas que en el Oriente se propusieron”.
Sin embargo, Sepúlveda hace un llamado para que se construya un relleno sanitario regional. Puerto Triunfo (también en la jurisdicción de Cornare), por ejemplo, tiene que llevar sus residuos a La Dorada, Caldas. El experto dice que “es importante pensar en uno que reciba todos los residuos de la región. Los alcaldes deben apostarle a eso pues, si se ponen las pilas, podrían aprovechar el negocio del reaprovechamiento, lo que podría ser muy rentable”.
Henao, desde Cornare, expresa que por ahora la idea es congregar a los alcaldes para que le apunten al aprovechamiento y, eventualmente, a la construcción del relleno regional. En este momento se está trabajando en los rellenos existentes, tratando de mejorar sus capacidades.
Uno de los municipios que podría albergar el relleno es San Luis, asentado en las estribaciones de la cordillera central que dan hacia el Magdalena. Henry Edilson Suárez, alcalde de ese pueblo, dice que allí tienen un relleno local con vida útil para cinco años más. “Estamos alargándole la vida con campañas de separación en la fuente: Estamos contemplando el reemplazo del relleno y tenemos varios lotes posibles que estamos revisando. Con relación a uno regional, no hemos recibido información de Cornare sobre si existen estudios que indiquen que aquí se pueda hacer. Tampoco sabemos si hay voluntad para ello”.
Frente a la posibilidad de tener el relleno regional a futuro, el alcalde expresa que el municipio está atento a escuchar propuestas. Pero es enfático en que las ideas tienen que ser socializadas con las comunidades y que, al fin de cuentas, ellas decidan si la construcción del espacio es pertinente o no.