En menos de un mes, para el inicio del segundo semestre académico en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, las directivas confían en superar la emergencia sanitaria que aún mantiene restricciones en un 50 por ciento de la sede de El Poblado.
Sin embargo, hay voces en la comunidad académica que ponen en duda que en ese tiempo se puedan subsanar las fallas que encontró la Secretaría de Salud.
“Hemos ido corrigiendo algunos problemas. El primero tenía que ver con una infestación por diferentes plagas: palomas, tórtolas, zancudos, ratas y cucarachas”, advierte el rector John Fernando Escobar. Señala que la concentración de aves, roedores e insectos se debe a la temporada invernal y la disposición inadecuada de residuos alimenticios, incluso en las oficinas.
Además del control de las plagas, se trabaja en la optimización de redes eléctricas y el mantenimiento de instalaciones sanitarias. Ya hay 13 áreas disponibles para el uso del público, además del bloque administrativo. Se pueden usar escenarios deportivos como la cancha sintética y la piscina, mientras que el coliseo permanece cerrado por reparaciones en el techo.
“Estamos invirtiendo 270 millones de pesos, que se suman a otros 900 millones destinados al bloque P34 (el más deteriorado) y a otras más para mejorar la piscina, reforzar la malla exterior, entre otras acciones”. Subraya que así como hubo quejas que llegaron a la Secretaría de Salud sobre las condiciones sanitarias en la institución, él mismo solicitó la evaluación de la autoridad para adelantar el proceso de acreditación en el centro de educación superior.
“No estamos haciendo una labor de descontaminación, como si hubiéramos encontrado una fuga radioactiva; lo que tenemos es una problemática ambiental que nos deja unas restricciones de acceso, pero que estamos corrigiendo”.
En dos semanas espera tener habilitado el 85 por ciento de la sede. El bloque P34 va a ser cerrado en su totalidad para reparaciones.
A pesar de lo expuesto por el rector, para el presidente de la Asociación Sindical de Servidores Públicos del Politécnico —Asinserpol—, Juan Carlos Jaramillo, la emergencia que motivó la declaratoria de urgencia manifiesta en la institución, refleja “desorden administrativo”.
“Yo no creo que con el arreglo mayúsculo que tienen que hacer, las instalaciones estén listas con un mes de plazo —los estudiantes entran el 8 de agosto—. Por eso nosotros consideramos que el semestre está en riesgo”, advierte.
Agrega que desde el año pasado el sindicato le manifestó al rector la necesidad de intervenir en los baños, el problema de plagas, las inundaciones y humedades.
“Nos tocó acudir a la Secretaría de Salud de Medellín en vista de que (el rector) hizo caso omiso a todas las observaciones. Y en el Ministerio del Trabajo también formulamos una queja por el riesgo de salud al que estamos expuestos”, concluyó.