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EPM se aprieta el cinturón liquidando su servicio médico y recortando salarios

La junta directiva de EPM avaló liquidar el servicio médico y cambiar el esquema de salarios para los profesionales. Los sindicatos protestan.

  • Durante los últimos dos años y medios EPM ha enfrentado varios golpes financieros, como el prepago de una deuda al BID por 450 millones de dólares. FOTO: JAIME PÉREZ MUNÉVAR
    Durante los últimos dos años y medios EPM ha enfrentado varios golpes financieros, como el prepago de una deuda al BID por 450 millones de dólares. FOTO: JAIME PÉREZ MUNÉVAR
10 de diciembre de 2022
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Apenas dos días después de que EPM declarara la operación comercial de las dos primeras unidades de Hidroituango, en medio de una jornada en la que su gerente, Jorge Andrés Carillo, exaltó el titánico esfuerzo de los trabajadores para alcanzar ese hito, los empleados de la empresa recibieron un baldado de agua fría.

Después de más de un año de incertidumbre, especulaciones y respuestas evasivas, el pasado 2 de diciembre la empresa hizo pública su decisión de liquidar su servicio médico, activo desde 1964 y considerado como uno de los mejores beneficios de la compañía.

Tan solo tres días después, el Sindicato de Profesionales de EPM y UNE (Sinpro) confirmó un segundo golpe, luego de conocer que la Junta Directiva decidió aprobar un drástico cambio en los esquemas salariales de su base de profesionales, creando cinco categorías nuevas y rebajando en un 12% la remuneración de entrada para los recién ingresados.

Aunque en ambas decisiones la empresa esgrimió argumentos relacionados con la importancia de recortar costos y mejorar el desempeño financiero, duramente golpeado en varios frentes durante los últimos dos años y medio, Sinpro denunció que las mismas fueron tomadas a espaldas de los empleados y no encajan con los cuantiosos gastos en los que ha incurrido la compañía en otros campos, que van desde el incremento en el costo de los alumbrados navideños y hasta la creación de cargos directivos para vincular a los aliados del alcalde con jugosos salarios.

Apretándose el cinturón

Olga Lucía Arango Herrera, presidenta de Sinpro, explica que los sindicatos venían más de un año preocupados por los cambios que la empresa iba a implementar, que ya habían quedado advertidos con el lanzamiento de un programa bautizado como “Sendas de Productividad”, una estrategia que, palabras más, palabras menos, se traduce en recortar costos y gastos.

Por el lado del servicio médico, que en términos legales está constituido como una Entidad Adaptada en Salud (EAS), Arango advierte que el recorte vino antes de lo esperado.

Aunque este servicio venía funcionando desde 1964 y desde 1993 no aceptaba nuevos afiliados, al interior de EPM se esperaba que el mismo fuera eliminado por lo menos a finales de 2026 o 2027.

A través de un comunicado de prensa publicado el pasado viernes 2 de diciembre, y omitiendo entregar datos como el número de afiliados o montos de recursos, EPM reseñó que su junta directiva ordenó su liquidación tras considerar que se había convertido en una pesada carga.

“Debido a la permanente reducción de afiliados, altos costos de capitalización y operación y no tener la capacidad de autofinanciarse, EPM se ve en la necesidad de iniciar la liquidación de su Entidad Adaptada en Salud (EAS)”, escribió la empresa.

Desde la óptica de los sindicatos, Arango Herrera advierte que la decisión es vista con preocupación por varios frentes.

En primer lugar, señala que al ser un servicio tan antiguo la mayor parte de los beneficiarios que quedarán a la deriva cuando su liquidación se consume serán los pensionados de EPM, en su mayoría adultos mayores con cuadros de salud que complejizan su traslado a otras EPS.

Además de reparar en que la empresa tomó la medida justo en un momento en el que hay alta incertidumbre por las reformas que podría implementar el Gobierno Nacional en el sistema de salud, señaló que la entidad ni siquiera había llegado al número de afiliados mínimos que justificarían su eliminación.

De acuerdo con las cifras de la misma compañía, con base en el decreto 1890 de 1995, con una base compensada de 19.990 afiliados en 1993, el límite de afiliados para una liquidación era de 5.997 (equivalentes al 30%).

No obstante, el dato más reciente de EPM arrojaba que para este año los afiliados de la EAS eran 7.794, 7.290 para 2023, 6.799 para 2024 y 6.283 para 2025. Tan solo en 2026, cuando esa proyección arroja un total de 5.883 afiliados, los números se ajustarían al límite planteado en la ley.

“Eso se tomó anticipadamente”, dice Herrera, reparando al tiempo que, en caso de ser una carga para EPM, una salida que podría haberse concertado era modificar el decreto que rige a la entidad para que se ampliara la base de afiliados y los empleados no perdieran un servicio reconocido por su alta calidad.

Recortes en pagos

Por el lado del nuevo esquema de pagos, la fórmula de EPM fue cambiar el modelo de compensación histórico que ha regido para los cargos no directivos, que comprendía dos escalas básicas: salario de ingreso y salario del cargo.

Dicha distinción consiste en que cualquier profesional que entraba a la compañía debía esperar por lo menos un año para acceder luego al salario de su cargo.

Bajo el nuevo esquema, la empresa creará a partir de marzo de 2023 cinco escalas salariales numeradas de la 1 a la 5, con base en variables como desempeño, dominio técnico, formación y antigüedad.

Según puede leerse en documentos internos que explican el nuevo modelo implementado por la Vicepresidencia de Talento Humano y Desarrollo Organizacional, a cargo de la vicepresidente Juliana Zapata Molina, este buscaría promover “el desarrollo y el buen desempeño de las personas y por ende su motivación”, creando una compensación diferenciada.

No obstante, Arango Herrera señala que esa misma justificación, además de poder volverse un terreno para sembrar fricciones entre los empleados más antiguos y los nuevos, podría incluso jugar en contra de la empresa y exponerla a demandas de empleados que exijan igual remuneración a igual número de funciones desempeñadas.

Con doble rasero

Pese a que EPM se ha cuidado de hacer público el monto concreto al que ascendería ese ahorro, Arango señala que, sea cual sea, es una cifra ínfima en comparación con el golpe financiero que sufrió la compañía el año pasado, cuando por el ruido y los polémicos manejos del proyecto de Hidroituango EPM prepagó una deuda con el BID por 450 millones de dólares.

Por otro lado, y en una dirección opuesta a un plan de austeridad, EPM también se ha embarcado recientemente en gastos como la instalación de alumbrados navideños más cuantiosos, que este año valieron $5.600 millones más que en 2021, incluyendo un cuantioso pago a Disney para usar los personajes de la película Encanto.

Al interior de la empresa tampoco ha caído nada bien que la Junta Directiva siga empecinada en dar luz verde a la creación de nuevos cargos directivos, en los que merodean fichas cercanas al gerente Carillo y el alcalde Daniel Quintero.

En este frente, la perla más reciente vino por cuenta de la creación de dos plazas para asesores adscritos a la Vicepresidencia de Relaciones Externas, uno de alcance regional y otro nacional. En este último, según coinciden varias fuentes al interior de la empresa, suena con fuerza el nombramiento de una ficha cercana al alcalde Quintero.

Así las cosas, mientras los sindicatos no dan su brazo a torcer y piden que se revisen los recortes, EPM parece determinado a seguirse apretando el cinturón por todos lados, menos en su cabeza.

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