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A escasos diez meses de culminar su mandato, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, parece estar inflando las cifras de los avances de los proyectos más importantes que se plantearon en el Plan de Desarrollo, como Parques del Río Norte, las ciclorrutas, la nueva cárcel para sindicados y el hospital mental para la ciudad. En todas estas obras habría reportes de desarrollo más altos de los que en verdad se han producido.
Al menos así consta en un duro informe de 46 páginas que la Veeduría todos por Medellín le remitió a la Procuraduría para que investigue –el cual fue conocido en su totalidad por EL COLOMBIANO– y que se basa en las alertas que lanzó en varios conceptos la Cámara Colombiana de la Infraestructura de Antioquia (CCI).
Las presuntas inconsistencias son tan grandes que se le pide al ente de control investigar si la Alcaldía está falseando las cifras para demostrar eficiencia. Es un documento con fotos anexas, planos y citas textuales del Plan de Desarrollo Medellín Futuro.
Además, la queja contiene las respuestas que el 9 de febrero remitió la propia Alcaldía por cuenta de un derecho de petición de la CCI seccional Antioquia, en las cuales hay evidencia de que el Plan Indicativo –instrumento para medir el avance de los proyectos– muestra avances en obras que ni si quiera se han iniciado.
La inconsistencia, explica la CCI, radica en que el indicador se formuló en términos de construcción efectiva. Hay algunos proyectos, como la cárcel municipal, que muestran indicadores a favor cuando ni siquiera se han comprado los predios necesarios para la construcción.
El documento se fundamenta en que antes se habían enviado quejas a la Personería de Medellín para que se iniciaran investigaciones relativas a las inconsistencias de los indicadores. Sin embargo, según la veeduría Todos por Medellín, algunas de esas quejas han quedado en el buzón de correos no deseados y se han archivado.
Por eso se recurrió a la petición del poder preferente de la Procuraduría. “De manera atenta y respetuosa solicitamos que la Procuraduría General de la Nación asuma la competencia para investigar, en caso de que así lo considere, las presuntas irregularidades que se presentan en el seguimiento de los indicadores al Plan de Desarrollo Territorial Medellín Futuro 2020-2023”, reza el documento.
Más adelante, la queja argumenta que la supuesta alteración de los indicadores de las obras impide que se haga un seguimiento juicioso de los avances de los proyectos importantes del Plan de Desarrollo. Además, alega la veeduría, no se cumplen los requisitos de transparencia y objetividad con los que debe actuar el sector público.
La petición a la Procuraduría incluye pruebas sobre 10 proyectos clave que no tienen ningún avance constructivo. Además de los resaltados en los recuadros de estas páginas, quedaron reseñados el complejo cultura de Ciudad del Río, la ampliación de la unidad hospitalaria Santa Cruz y el refugio de Fábula Silvestre de la Aguacatala.
Cabe resaltar que los proyectos mencionados representan algunas de las líneas más gruesas del Plan de Desarrollo, como la Ecociudad. Para la veeduría es “gravísimo” que se presenten datos que no concuerden con la realidad. “Teniendo en cuenta que el Plan Indicativo y el Plan de Acción son los que permiten a la ciudadanía conocer los logros y metas anuales, estos incrementos e inconsistencias van en contra de los principios de transparencia y objetividad con los que deben ser medidos los resultados”, argumenta la veeduría.
El principal problema de los proyectos no es siquiera su falta de ejecución, sino la manera en que se ha cambiado la metodología para la medición de las metas. Eso ha pasado en el caso del refugio de fauna, por ejemplo.
La versión de la Alcaldía sobre el cumplimiento del Plan de Desarrollo es distinta. El año pasado, según la propia administración, el cumplimiento iba en un 95%. “Eso quiere decir que le estamos cumpliendo a la ciudad con el Plan de Desarrollo, que estamos cumpliendo lo que prometimos y que el Plan de Desarrollo de la Medellín Futuro y la Medellín Futuro que soñamos la estamos construyendo día a día”, dijo en su momento Sergio López, que se desempeñaba como director de Planeación.
Ya hay antecedentes
La CCI ya había advertido de inconsistencias en los indicadores de las obras en Medellín. El año pasado se evidenció que no eran claros ni precisos los avances de ejecución de al menos 93 proyectos prometidos en el plan de desarrollo de la Alcaldía de Medellín.
El cumplimiento de 93 indicadores relacionados con obras de este sector económico, con corte al 31 de diciembre de 2021, era 24,2% menor al reportado por la Alcaldía en respuesta a un derecho de petición.
Más allá, mientras el dato oficial es que en ese grupo de proyectos la ejecución global alcanza el 59%, el avance real determinado por la CCI es de apenas el 34,8%.
En 2021, la Alcaldía respondió al informe de la CCI. La pregunta de cómo fue la cuenta para llegar a los porcentajes reportados por la Alcaldía la transmitimos al Departamento Administrativo de Planeación. La subdirectora de Información, Jasblleidy Pirazán, contestó por escrito algunos de los reproches consignados en el informe de la CCI.
Dijo que la Cámara promedió el resultado del logro de cada uno de los indicadores para asegurar que el avance era del 59%, conclusión que “técnicamente no es válida”, porque en la metodología empleada por el Municipio los niveles de agregación incorporan criterios como asignación presupuestal, alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, si pertenecía a proyectos estratégicos o contribuían a la reactivación económica por la pandemia.
La Cámara –añadió Pirazán– no tuvo en cuenta en sus cálculos el tipo de indicador, ni ponderaciones diferenciadas para cada indicador.
Pero fuimos al grano. ¿Con qué criterios se explican los porcentajes que no cuadran?
Pirazán respondió que la metodología de medición empleada por la CCI tuvo en cuenta las brechas existentes entre la línea base (punto de partida definido para la medición) y la meta propuesta al final del gobierno.
En esta ocasión no ha habido aún respuesta de la Alcaldía, pues la queja fue radicada hace poco. Está en las manos de la Procuraduría si el asunto merece o no ser investigado .
A escasos diez meses de culminar su mandato, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, parece estar inflando las cifras de los avances de los proyectos más importantes que se plantearon en el Plan de Desarrollo, como Parques del Río Norte, las ciclorrutas, la nueva cárcel para sindicados y el hospital mental para la ciudad. En todas estas obras habría reportes de desarrollo más altos de los que en verdad se han producido.
Al menos así consta en un duro informe de 46 páginas que la Veeduría todos por Medellín le remitió a la Procuraduría para que investigue –el cual fue conocido en su totalidad por EL COLOMBIANO– y que se basa en las alertas que lanzó en varios conceptos la Cámara Colombiana de la Infraestructura de Antioquia (CCI).
Las presuntas inconsistencias son tan grandes que se le pide al ente de control investigar si la Alcaldía está falseando las cifras para demostrar eficiencia. Es un documento con fotos anexas, planos y citas textuales del Plan de Desarrollo Medellín Futuro.
Además, la queja contiene las respuestas que el 9 de febrero remitió la propia Alcaldía por cuenta de un derecho de petición de la CCI seccional Antioquia, en las cuales hay evidencia de que el Plan Indicativo –instrumento para medir el avance de los proyectos– muestra avances en obras que ni siquiera se han iniciado.
La inconsistencia, explica la CCI, radica en que el indicador se formuló en términos de construcción efectiva. Hay algunos proyectos, como la cárcel municipal, que muestran indicadores a favor cuando ni siquiera se han comprado los predios necesarios para la construcción.
El documento se fundamenta en que antes se habían enviado quejas a la Personería de Medellín para que se iniciaran investigaciones relativas a las inconsistencias de los indicadores. Sin embargo, según la veeduría Todos por Medellín, algunas de esas quejas han quedado en el buzón de correos no deseados y se han archivado.
Por eso se recurrió a la petición del poder preferente de la Procuraduría. “De manera atenta y respetuosa solicitamos que la Procuraduría General de la Nación asuma la competencia para investigar, en caso de que así lo considere, las presuntas irregularidades que se presentan en el seguimiento de los indicadores al Plan de Desarrollo Territorial Medellín Futuro 2020-2023”, reza el documento.
Más adelante, la queja argumenta que la supuesta alteración de los indicadores de las obras impide que se haga un seguimiento juicioso de los avances de los proyectos importantes del Plan de Desarrollo. Además, alega la veeduría, no se cumplen los requisitos de transparencia y objetividad con los que debe actuar el sector público.
La petición a la Procuraduría incluye pruebas sobre 10 proyectos clave que no tienen ningún avance constructivo. Además de los resaltados en los recuadros de estas páginas, quedaron reseñados el complejo cultura de Ciudad del Río, la ampliación de la unidad hospitalaria Santa Cruz y el refugio de Fauna Silvestre de la Aguacatala.
Cabe resaltar que los proyectos mencionados representan algunas de las líneas más gruesas del Plan de Desarrollo, como la Ecociudad. Para la veeduría es “gravísimo” que se presenten datos que no concuerden con la realidad. “Teniendo en cuenta que el Plan Indicativo y el Plan de Acción son los que permiten a la ciudadanía conocer los logros y metas anuales, estos incrementos e inconsistencias van en contra de los principios de transparencia y objetividad con los que deben ser medidos los resultados”, argumenta la veeduría.
El principal problema de los proyectos no es siquiera su falta de ejecución, sino la manera en que se ha cambiado la metodología para la medición de las metas. Eso ha pasado en el caso del refugio de fauna, por ejemplo.
La versión de la Alcaldía sobre el cumplimiento del Plan de Desarrollo es distinta. El año pasado, según la propia administración, el cumplimiento iba en un 95%. “Eso quiere decir que le estamos cumpliendo a la ciudad con el Plan de Desarrollo, que estamos cumpliendo lo que prometimos y que el Plan de Desarrollo de la Medellín Futuro y la Medellín Futuro que soñamos la estamos construyendo día a día”, dijo en su momento Sergio López, que se desempeñaba como director de Planeación.
La CCI ya había advertido de inconsistencias en los indicadores de las obras en Medellín. El año pasado se evidenció que no eran claros ni precisos los avances de ejecución de al menos 93 proyectos prometidos en el plan de desarrollo de la Alcaldía de Medellín.
El cumplimiento de 93 indicadores relacionados con obras de este sector económico, con corte al 31 de diciembre de 2021, era 24,2% menor al reportado por la Alcaldía en respuesta a un derecho de petición.
Más allá, mientras el dato oficial es que en ese grupo de proyectos la ejecución global alcanza el 59%, el avance real determinado por la CCI es de apenas el 34,8%.
En 2021, la Alcaldía respondió al informe de la CCI. La pregunta de cómo fue la cuenta para llegar a los porcentajes reportados por la Alcaldía la transmitimos al Departamento Administrativo de Planeación. La subdirectora de Información, Jasblleidy Pirazán, contestó por escrito algunos de los reproches consignados en el informe de la CCI.
Dijo que la Cámara promedió el resultado del logro de cada uno de los indicadores para asegurar que el avance era del 59%, conclusión que “técnicamente no es válida”, porque en la metodología empleada por el Municipio los niveles de agregación incorporan criterios como asignación presupuestal, alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, si pertenecía a proyectos estratégicos o contribuían a la reactivación económica por la pandemia.
La Cámara –añadió Pirazán– no tuvo en cuenta en sus cálculos el tipo de indicador, ni ponderaciones diferenciadas para cada indicador.
Pero fuimos al grano. ¿Con qué criterios se explican los porcentajes que no cuadran?
Pirazán respondió que la metodología de medición empleada por la CCI tuvo en cuenta las brechas existentes entre la línea base (punto de partida definido para la medición) y la meta propuesta al final del gobierno.
En esta ocasión no ha habido aún respuesta de la Alcaldía, pues la queja fue radicada hace poco. Está en las manos de la Procuraduría si el asunto merece o no ser investigado
Parques del Río Norte es una obra emblema del Plan de Desarrollo. Está soportada por la necesidad de crear más espacio público en la zona más densamente poblada de la ciudad y tiene un sustento ideológico: el interés por brindar mejores condiciones de vida a los barrios del norte, los de mayores carencias. Pero van ya tres años de esta Alcaldía y el tiempo apremia. En agosto de 2022 Quintero anunció que el proyecto contaría con recursos de C40, la organización de “ciudades verdes” del mundo. Se supone que la construcción iniciaría este año, pero aún no hay claridad. En este momento los indicadores miden los avances en gestión predial, comunicaciones, gestión social y los diseños propiamente dichos. Según la Alcaldía, estas labores se han cumplido en 96,6%. Pero la CCI da cuenta de que en la medición se han cambiado criterios, como pasar de unidades a porcentajes. Halló que según el modelo de medición planteado al inicio del proyecto, el verdadero avance es 53,8%. Según la Alcaldía se ha avanzado 2,78% en generación de espacio público, explicando que se debe a la gestión predial, y la CCI dice que a noviembre de 2022 no había inicio de obra, y el indicador sería 0.
El Plan de Desarrollo 2022-2023 dedicó un capítulo a la formulación de una mejor ciudad para los peatones y los ciclistas. “Buscaremos constituir una red ciclista con diferentes tipologías de ciclo infraestructura, que permita realizar viajes largos con alta seguridad, como mejorar la capilaridad en viajes cortos”, dice textualmente el plan.
Para cumplir ese objetivo se planeó la construcción de la ciclorruta norte-sur, un proyecto que, completo, abarca 18,2 kilómetros de nueva infraestructura. El Distrito se propuso hacer el primer tramo, que tiene una longitud de 1,4 kilómetros.
Con la ciclorruta también hay inconsistencias en la medición de los indicadores. En 2020, por ejemplo, se reportó un 100% de ejecución de los planteado, que era básicamente mantener la línea base de ciclorrutas. Sin embargo, después se precisó que mantener la línea base, en realidad, representaba el 30% de la meta final.
El tramo 1, del que estamos hablando, tiene como fin conectar la ruta existente, construyendo los 1,4 kilómetros mencionados desde Eafit hasta Envigado. La conclusión de la CCI es contundente: “En este proyecto se observa que desde el 2020 hasta el 2022 se mantiene en la líneabase, lo cual, desde el punto de vista de la aplicación de las directrices del DepartamentoNacional de Planeación, si dicha línea base se mantiene en los tres años a los que se hizo seguimiento, es porque el avance del cuatrienio es cero.
En las estaciones de policía de Medellín y el Valle de Aburrá hay riñas con frecuencia. Los presos, hacinados, duermen sobre el suelo, pegados los unos a los otros. Por eso, desde 2019 hay un fallo del Tribunal Superior de Medellín que exige la construcción de una cárcel para sindicados, los que hoy están en las estaciones.
Aunque han pasado cuatro años desde eso, la cárcel no ha empezado siquiera su construcción. Jorge Carmona, defensor de los presos del Valle de Aburrá, ha dicho que esta administración no ha tenido disposición para mejorar las condiciones de los sindicados.
La construcción de la cárcel tiene un problema y es que se tienen que adquirir los predios, un proceso demorado para toda obra pública. Y acá viene la inconsistencia que señala la CCI. Según el indicador de la Alcaldía, el proyecto, en el cuatrienio, tiene un avance del 32,8%, aunque se aclara que el anteproyecto no está listo porque no se han comprado los predios.
“Al hacer una verificación de las obras en el lugar en el que se proyecta la construcción dela cárcel, se observa que hasta la fecha no han iniciado las obras ni se ha adquirido el respectivo inmueble, tal como aparece en las observaciones hechas por el Distrito; enconsecuencia, el resultado del avance del cuatrienio debe ser cero por ciento (0%)”, dice la queja que se le envió a la Procuraduría.
El Plan de Desarrollo 2022-2023 dedicó un capítulo a la formulación de una mejor ciudad para peatones y ciclistas. “Buscaremos constituir una red ciclista con diferentes tipologías de ciclo infraestructura, que permita realizar viajes largos con alta seguridad”, dice el plan. Y se planeó la construcción de la ciclorruta norte-sur, que abarca 18,2 km de nueva infraestructura. El Distrito se propuso hacer el primer tramo, con una longitud de 1,4 km. Con la ciclorruta también hay inconsistencias en la medición de indicadores. En 2020 se reportó 100% de ejecución de los planteado, que era básicamente mantener la línea base de ciclorrutas. Después se precisó que mantener la línea base, en realidad, representaba 30% de la meta final. El tramo 1 tiene como fin conectar la ruta existente, construyendo los 1,4 km mencionados de Eafit a Envigado. La conclusión de la CCI es: “En este proyecto se observa que desde el 2020 hasta 2022 se mantiene en la línea base, lo cual, desde el punto de vista de la aplicación de las directrices del DepartamentoNacional de Planeación, si dicha línea base se mantiene en los tres años a los que se hizo seguimiento, es porque el avance del cuatrienio es 0”.
El tema de salud mental es uno de los más críticos de la ciudad. En julio de 2022 el Hospital Mental de Antioquia, que es de la Gobernación, colapsó ante el aumento de pacientes, aunque ha ampliado considerablemente su capacidad. Solo unos días antes había estrenado 109 camas. Con este panorama se hace necesario el proyecto del hospital mental municipal que se incluyó en el Plan de Desarrollo 2020-2023. El proyecto, sin embargo, no ha comenzado y, según la información que la Alcaldía le compartió a la CCI, no se han asignado recursos para la construcción. La inconsistencia en este caso es que para 2020, primer año de gobierno, se reportó un avance del 30% en la estructuración del proyecto, pero ese indicador desapareció y se reemplazó con el rótulo de “NO APLICA”. “No se programó Meta para 2021 y se precisa en las observaciones que la dependencia ajusta la meta 2021, lo cual muestra también una inconstancia en las observaciones a los avances de cada uno de los proyectos”, argumenta la queja que la veeduría envió a la Procuraduría. Para la CCI el proyecto apenas está en prefactibilidad, por lo que “no puede considerarse ningún avance para ninguno de los años”.
En las estaciones de policía de Medellín y el Valle de Aburrá hay riñas con frecuencia. Los presos, hacinados, duermen sobre el suelo, pegados los unos a los otros. Por eso, desde 2019 hay un fallo del Tribunal Superior de Medellín que exige la construcción de una cárcel para sindicados, que hoy están en las estaciones. Van 4 años y la cárcel no ha empezado obra. Jorge Carmona, defensor de los presos, dice que esta administración no ha tenido disposición para mejorar las condiciones de los sindicados. La construcción de la cárcel tiene un problema y es que se tienen que adquirir los predios, un proceso demorado para toda obra pública. Y acá viene la inconsistencia que señala la CCI. Según el indicador de la Alcaldía, el proyecto tiene un avance de 32,8%, aunque se aclara que el anteproyecto no está listo porque no se han comprado los predios. “Al hacer una verificación de las obras en el lugar en el que se proyecta la construcción de la cárcel se observa que a la fecha no han iniciado las obras ni se ha adquirido el inmueble, tal como aparece en las observaciones del Distrito; en consecuencia, el resultado del avance del cuatrienio debe ser 0%”, dice la queja enviada a la Procuraduría.
Comunicador Social-Periodista de la UPB. Redactor del Área Metro de El Colombiano.