En el resguardo indígena Amparradó Alto, en límites entre Frontino y Dabeiba, murió el joven David Bailarín Domicó, de 24 años, tras pisar una mina antipersona.
La denuncia la hizo Richar Sierra, Consejero de la Organización Indígena de Antioquia, quien contó que aunque el hecho ocurrió el pasado 17 de diciembre, solo se conoció hasta el 26 de diciembre “debido a la grave situación de orden público que se registra en los municipios de Frontino, Dabeiba y Murindó; comunidades de difícil acceso y hasta a tres días de camino de los cascos urbanos, donde actores armados al margen de la ley vienen haciendo tránsito indiscriminado”.
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Según Sierra, el joven era padre de tres hijos y al momento de la explosión —mientras cazaba y recolectaba frutos— estaba acompañado de otras dos personas que resultaron gravemente heridas.
“No han podido tener acceso a ningún tipo de asistencia médica, siguen en el territorio por el conflicto que hay en la zona y que impide la movilidad en un sitio de difícil acceso”, dijo.
La OIA pidió que se respete la vida de las comunidades indígenas, así como el carácter sagrado de los territorios que ancestralmente habitan. “Le pedimos al gobierno que aumente el esfuerzo por la construcción de paz y a los grupos al margen de la ley que cesen la violencia contra las comunidades”, agregó Sierra.
De acuerdo con los registros de la organización, además de la instalación de minas hay confinamiento de las comunidades indígenas de Amparradó Alto, Amparradó Medio, Amoladora, Antadó Guabina, Antadó Arenera, Cañaverales, Bechidubi, Isla, Coredó, Guagua, Turriquitadó Alto y otras de la zona comprendida entre Frontino, Dabeiba y Murindó.
“Este no es nuestro conflicto, no lo hemos creado, y somos las víctimas. Queremos morir de viejos”, sentenció el consejero.