<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Indígenas de Mutatá van a Francia a aprender a producir chocolate

El viaje se hace en el marco del convenio Usaid-REDD+, que promueve el cultivo de cacao y la venta de bonos de carbono para evitar la deforestación. Aquí la historia.

  • Argelia Bailarín, Laura Marcela Suescún y Gloria Esther Bailarín Domicó, son las tres embera que el próximo sábado parten a Francia a capacitarse en los secretos del chocolate. FOTO cortesía
    Argelia Bailarín, Laura Marcela Suescún y Gloria Esther Bailarín Domicó, son las tres embera que el próximo sábado parten a Francia a capacitarse en los secretos del chocolate. FOTO cortesía
04 de septiembre de 2021
bookmark

Laura Marcela Suescún Gómez, madre de dos hijos y perteneciente a la etnia embera eyabidá de Mutatá, no sabe cómo describir las emociones que siente a pocos días de tomar un vuelo que la llevará a Francia acompañada de otras dos indígenas de su comunidad con una misión: aprender los secretos de cómo producir chocolate.

Aunque tiene claro que el país europeo está muy lejos de su resguardo, aún no le han dicho que la distancia es de 8.571 kilómetros desde Colombia, algo que no la asusta porque, dice, ya ha salido de Mutatá y no solo a Medellín sino a destinos también lejanos.

“Ya he estado en Perú y en Bolivia y sabemos muy bien a lo que vamos”, dice para dejar claro que por ser indígena el mundo no le es ajeno, así sea bien ancho y extenso.

Ella y sus dos compañeras, Argelia Bailarín y Gloria Esther Domicó, van como enviadas de su comunidad a un intercambio de saberes en el que ellas aprenderán cómo aprovechar mejor el cacao que se produce en su territorio para convertirlo en barras de chocolate y, en el menor tiempo posible, empezar a exportar.

“Yo sé que Francia es muy frío, pero no conozco nada más. Siento ansias de conocer, pero vamos más que todo a capacitarnos, nos van a enseñar todo el secado del cacao para nosotras mismas, en nuestros territorios, producir chocolate”, comenta Laura, que ayer estuvo en Medellín con sus dos compañeras tramitando los pasaportes.

El viaje es el próximo sábado 11 de septiembre y el destino final será la ciudad de Lyon. Las tres indígenas van acompañadas por un funcionario del convenio Usaid-REDD+, que desarrolla un proyecto enfocado a la venta de bonos de carbono por la conservación de los bosques y páramos en territorios de Nariño, Valle del Cauca, Chocó y Mutatá, en Antioquia; y un empresario de origen francés que cultiva cacao en un predio de Mutatá de nombre La Finca Brava.

Compromiso con el bosque

Luis Fernando Jara, director del Programa Páramos y Bosques (P&B) de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid), explica que las tres indígenas estarán diez días en territorio francés y que el convenio entre su institución y REDD+ costea todo los gastos de viaje, incluidos los trámites de los pasaportes, el alojamiento y la alimentación.

“De las cosas más curiosas es que ellas tuvieron que vacunarse, porque las comunidades indígenas les tienen miedo a las vacunas; y tuvimos que tramitar vacunas distintas a las Sinovac, porque estas no son aceptadas en Francia”, apunta Jara.

Contrario a Laura Marcela, ni Gloria Esther ni Argelia han salido del país y para ellas será la primera experiencia. El idioma no será barrera, pues todo el tiempo estarán en compañía del empresario francés y el delegado del proyecto.

La idea del viaje, dice Jara, surgió a raíz de una visita de la organización francesa Élite Chocolate a La Finca Brava. Esta compañía vio en el producto urabaense una oportunidad para llevar cacao emberá al país galo, pero no en grano sino en barras de chocolate. Y la mejor forma de lograrlo es capacitar a las mujeres que trabajan con sus esposos en los cultivos.

Ellas recibirán la instrucción de destacados pasteleros y chocolateros franceses mientras en Mutatá, tierra de bosques, selva y abundante riqueza hídrica, sus esposos y otras 12 mujeres de la comunidad estarán cultivando la materia prima. Se espera que en 2022 el cabildo envíe a Francia las primeras muestras de chocolate de alto valor comercial.

“Será un cacao orgánico, abonado con fertilizantes orgánicos y eso es un valor agregado para el mercado mundial que los franceses saben apreciar”, dice el director de P&B.

Los cultivos de cacao son la principal alternativa de subsistencia que tienen los indígenas de Mutatá y las comunidades de otros 18 consejos comunitarios del Chocó, Nariño y Valle del Cauca para desarrollar el proyecto de cuidado de los bosques y la venta de bonos de carbono.

John Jairo Piedrahíta, coordinador de monitoreo de REDD+ Mutatá, recuerda que el proyecto con Usaid busca minimizar los efectos de la degradación y la deforestación y contribuir a la conservación de los recursos naturales bajo estándares internacionales de medición de bonos de carbono. En 7 años de esta alianza, el impacto “se ve reflejado en la calidad de vida de las comunidades, en un mejoramiento de sus ingresos, la apropiación de su territorio y la vigilancia para el manejo de sus recursos naturales”, según Piedrahíta.

Gregory Le Heurt, gerente de La Finca Brava, afirma que las vidas de las indígenas y de su comunidad “cambiarán para siempre, al tiempo que impactarán también a mujeres francesas y a chef y pasteleros del país, que consume en 15 días 36.000 toneladas de chocolate”, que equivalen a 2/3 de la producción anual de Colombia, asegura”

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD