La Alcaldía de Medellín informó este sábado que iniciaron los trabajos de demolición del muro que tiene en riesgo a miles de habitantes de la urbanización Atavanza, ubicada en el barrio Rodeo Alto, por cuenta de un derrumbe de tierra ocurrido durante la madrugada del pasado miércoles.
Según explicaron habitantes del sector, luego de una serie de pruebas realizadas durante la jornada del pasado viernes, la constructora Covin inició este sábado con el desmonte progresivo de esa estructura.
A causa del riesgo de un colapso, esta tarea es clave para que pueda removerse el material que obstruye desde hace cuatro días la calle 9 A sur, punto de paso obligado para más de 10.000 habitantes del suroccidente de Medellín.
El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Medellín (Dagrd) señaló que, junto al inicio de esos trabajos, logró habilitarse un paso parcial y controlado para la circulación de motos por esa vía. Sin embargo, se mantienen las recomendaciones de hacerlo con precaución.
Gloria Castañeda, presidenta del Consejo de Administración de Atavanza, precisó que dicho paso fue habilitado luego del retiro parcial de los escombros que obstruían un andén ubicado enfrente del derrumbe, pero la calle se mantiene bloqueda todavía.
“La calle sigue totalmente cerrada. Solamente terminaron de abrir el andén, porque había medio andén”, señaló Castañeda, agregando que los habitantes del sector aún no conocen cuál es el cronograma de los trabajos, ni cuándo podría restablecerse la movilidad.
Para evitar que la ladera se siga derrumbando, el Dagrd informó que fueron instaladas una serie de barreras viales o maletines de obra con las que se busca mejorar la estabilidad de la zona.
Proyectando anticiparse a la caída de más lluvias, también se instaló un tubo para evacuar el agua y evitar que la montaña siga desmoronándose, agregó el Dagrd.
Cabe recordar que la más reciente emergencia se produjo durante la madrugada del pasado miércoles 27 de junio, obligando a la evacuación parcial de varias torres ante el temor de un problema estructural.
Aunque los habitantes pudieron regresar a sus viviendas y los diagnósticos oficiales apuntan a que los edificios no tienen su estabilidad comprometida, los vecinos han venido alzando su voz de protesta ante la falta de acciones para instalar un sistema de anclaje necesario para una solución de fondo a la contingencia.