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Solo dos semanas faltan para que termine octubre y, con él, el plazo para que la Asamblea de Antioquia defina si aprueba o no el proyecto de ordenanza que trasformaría a la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) en una Empresa Industrial y Comercial del Estado. Es el tercer proyecto que se radica en la corporación y se espera que, a diferencia de los dos anteriores, que no pasaron el primer debate, este pueda ver la luz al final del túnel.
El cambio obedece a un fallo que emitió el Consejo de Estado en junio de 2018. La decisión exhortó a la Gobernación de Antioquia a cambiar la naturaleza jurídica de la empresa.
Este nuevo proyecto que ya fue radicado, explicó Rubén Darío Callejas, presidente de la Asamblea, tiene diferencias con los anteriores. Una de ellas tiene que ver con la ampliación del objeto social, donde se incluye la comercialización de cannabis.
El gerente de la FLA, Javier Ignacio Hurtado, dijo en días pasados a EL COLOMBIANO que en esencia esta propuesta es la misma de las dos anteriores. Sin embargo, precisó que esta nueva les da la potestad a los diputados para que definan los temas esenciales de la nueva empresa.
Sin embargo, lo que preocupa a varios diputados tiene que ver con la conformación de la junta directiva.
Una de las inquietudes es el artículo 8 del capítulo 2, que define que el gobernador de Antioquia será quien presida la junta. José Luis Noreña, diputado por el Centro Democrático, advirtió que su colectividad, que cuenta con ocho miembros en la corporación, ve con preocupación este tema: “El gobernador podrá nombrar una junta de nueve integrantes. Esta va a tener todas las facultades para organizar y estructurar la FLA. Es decir, pasarían a tener el control de la Fábrica de Licores”.
Noreña se preguntó:“¿Ante este escenario, dónde quedaría la Asamblea para hacer control político?”. Según el diputado, la corporación perdería el control ante la licorera. Con este panorama, dijo, se reunirá con sus compañeros de partido para expresar estas preocupaciones ante el gobierno departamental. Una vez estas sean resueltas, precisó, decidirán cómo votar ante el proyecto de ordenanza.
Algo parecido opina Luis Peláez, diputado por el Polo Democrático. Para Peláez, la iniciativa debería tener varias modificaciones, entre ellas, la conformación de la junta directiva: “No estamos de acuerdo con la composición de la junta. Prácticamente sería una hegemonía del gobernador que llegue. Me parece que la conformación debe ser más equilibrada, con presencia de uno de los trabajadores”.
Al respecto, el gerente Hurtado ha manifestado que la propuesta es solo una base para las discusiones que se darán en la Asamblea. Respecto al papel de los diputados en la conformación de la junta, dijo: “Ellos ya podrán intervenir, incluso solicitaron que hubiera representación de los trabajadores. Esa discusión se dará en la Asamblea para lograr una ordenanza que tenga las mejoras que se puedan incluir a partir de las argumentaciones de los diputados”.
Peláez dijo además que el tiempo es apremiante pero que, si se hacen las cosas con celeridad, el proyecto puede quedar listo en las dos semanas que le faltan de octubre.
En este momento, la propuesta está en la Comisión Quinta, compuesta por cinco diputados, entre los que se encuentra el presidente. Fue ahí, justamente, donde los dos anteriores se quedaron. Pero ahora, dijo Peláez, “las cartas están sobre la mesa y todo está dado para que se apruebe”.
Para pasar esta comisión tendrá que tener tres votos positivos. Si eso sucede, el segundo debate se hará en plenaria, en donde participarán los 26 diputados en pleno. Allí, advirtió Peláez, se plantearán las inquietudes al gobierno departamental. Luego desarrollará el tercer y definitivo debate, en el que la suerte del proyecto quedará zanjada.
El diputado Juan Esteban Villegas, por su parte, expresó que la radicación de los dos proyectos de ordenanza anteriores sirvió para afinar detalles jurídicos :“No fueron una pérdida de tiempo”. Consideró, además, que este último es el más importante de los últimos años que ha pasado por la Asamblea. “Yo confío que de acá a noviembre, y ese es mi llamado, se logre definir la suerte de la Fábrica de Licores. Necesitamos que se tome una decisión”, indicó Villegas.
Desde su conocimiento advirtió que hay algunas dudas en cuanto al tema tributario, que ya está tratándose con la Dian.
Más allá de los detalles que cada cabildante considere deben ser revisados, los cuatro que fueron consultados para esta nota estuvieron de acuerdo en algo: la celeridad no debe ir en contra de la profundidad del debate.
Villegas, por ejemplo, dijo que la premura no puede ser impedimento para que los temas sensibles, como la comercialización o la conformación de la junta, se tomen a la ligera. “El tiempo es corto, pero suficiente para tratar los temas con la mayor rigurosidad”, concluyó.