La Iglesia fue una de las protagonistas ayer en la inauguración del puente de la Madre Laura, que hoy conecta a las comunas nororiental y noroccidental de Medellín. Cuando se esperaba que los primeros carros cruzaran el viaducto, fueron los peatones los que se apropiaron del mismo y, en romería, realizaron caminatas de uno al otro lado del puente.
El alcalde Aníbal Gaviria Correa, compartió con la comunidad el valor de la obra. “Estamos hablando de conectar a un millón de personas (...) del nororiene y noroccidente de Medellín. Esta obra tiene un gran significado para nosotros, para nuestro gobierno; por su inversión, tamaño, impacto e intervención integral. Es muy simbólico que lleve el nombre de la primera, hasta ahora única, santa colombiana”, dijo.
Representantes de la Iglesia Católica también estuvieron presentes para honrar la memoria de la hija de Jericó, la Santa Madre Laura, y aprovecharon la ocasión para bendecir la megaestructura vial que lleva su nombre y a las comunidades que la rodean.
Emocionado, el arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón, manifestó que es un momento histórico para la ciudad. “Es un proyecto que va más allá de lo vial, porque también interviene en lo urbano, lo social y lo cultural. Estamos muy contentos de que lleve el nombre de una gran mujer antioqueña: Laura Montoya. Esta obra traerá más unidad entre nosotros y nuevos caminos de progreso”, comentó monseñor Tobón antes de develar la estatua de nuestra santa, la madre de los Indios de América y fundadora de las Lauritas.