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El teléfono suena y, del otro lado, hay un niño que se siente triste y solo. No entiende bien qué está pasando en la ciudad, sus padres salieron a trabajar y no hay nadie más en casa.
La Corporación de Amor al Niño Cariño, junto a Creciendo con Cariño IPS (entidad que atiende la salud mental de menores de edad víctimas de maltrato y violencias sexuales), crearon una línea telefónica para casos como este. Está dedicada a los niños, niñas y adolescentes que se sienten agobiados en este aislamiento en casa. También está al servicio de padres de familia y adultos cuidadores.
Catalina Vertel, psicóloga y gerente de Creciendo con Cariño IPS, explica que este servicio busca la prevención de violencia intrafamiliar y el maltrato infantil, pues en estos días difíciles por la emergencia sanitaria aumentan las preocupaciones, las tensiones familiares, la ansiedad en los padres y el inadecuado manejo de emociones en los niños.
La línea está en funcionamiento, sin costo alguno, de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 10:00 p.m.. El niño o el adulto que lo necesite solo tendrá que llamar al 6043627 de Medellín o al WhatsApp 3226500588.
Las llamadas las atiende un equipo de psicólogos y trabajadores sociales. Otros profesionales, como pediatras y psiquiatras, intervienen en casos específicos.
De acuerdo con Juan Carlos Álvarez Vásquez, director de la Corporación de Amor al Niño Cariño, la línea telefónica está recibiendo aproximadamente 80 llamadas diarias. Apunta que los registros muestran que el mayor número de casos de violencia ocurre en el hogar. Así, cuando hay entornos que no son fáciles ni protectores para los niños, es urgente garantizar estos canales de comunicación.
¿Cómo les ha ido en estas primeras semanas de funcionamiento? Vertel cuenta que como los niños también manejan información excesiva, han recibido numerosas llamadas de menores de edad que están experimentando ataques de pánico. También han tenido reportes de maltrato o de mujeres pidiendo ayuda por ser víctimas de violencia.
Algunos padres llaman porque quieren recibir orientación frente a cómo acompañar a los niños en este proceso, cómo cambiar las rutinas y los hábitos que se llevaban antes y que ahora se ven interrumpidos. Han sido contactados por niños víctimas de abuso sexual que vieron su proceso de reparación paralizado por la pandemia.
En los adolescentes, la situación más recurrente según los profesionales que están atendiendo la línea es el trastorno de depresión. “Hemos recibido muchas llamadas porque los jóvenes están teniendo episodios muy agresivos que los adultos no saben cómo manejar”, dice Vertel.
Vertel apunta que han recibido algunos casos que han tenido que dejar abiertos para atenderlos mejor una vez haya normalidad. Algunas de estas personas identificadas a través de la línea, comenta, tienen su salud mental tan deteriorada que deben continuar un proceso terapéutico. En estas situaciones, la IPS hace enlace clínico con otros servicios de salud para garantizar su seguimiento.
En estas últimas semanas la posibilidad de que crezcan los índices de violencia en casa es una de las mayores inquietudes de las autoridades.
En Medellín, desde el despacho de la primera dama Diana Osorio, se creó la estrategia #PazHaremosEnLaCasa, que será emitida por televisión, radio y redes sociales.
“Esta cuarentena es tiempo de muchos retos. Hay que dejarse guiar por la paciencia y el amor. Estos días dejarán huella en las relaciones con nuestros hijos, nuestras parejas y nuestros seres queridos”, apunta Osorio.
La secretaria de las Mujeres de Antioquia, Natalia Velásquez, afirma que en estos momentos de cuarentena y aislamiento es cuando algunas mujeres y niñas corren mayor riesgo.
Según el Observatorio de Asuntos de Mujer y Género de Antioquia, en el departamento se reportaron 15.693 casos de violencia intrafamiliar el año pasado, el 80 % contra mujeres. Este tipo de violencia puede ser física, sexual, psicológica o económica.
Álvarez coincide con las autoridades en que estos días dejarán huellas sobre la memoria. Por eso, dice, en esta temporada de mayor tensión emocional también hay oportunidad para incidir mejor en lo que los niños recordarán de esta pandemia.
Ahora, concluye Álvarez, hay que acudir a los cercanos. La apuesta es que los niños no recuerden este periodo solo como un episodio de enfermedad, sino como una época en la que compartieron también con sus hermanos y sus papás. No hay que olvidar, dice, que la familia debe ser el primer entorno protector y los padres son su principal soporte .