La risa contagiosa de Marlon Andrés no volverá a iluminar el sector de Esfuerzos de Paz # 1. Ocho días de un intenso despliegue policial, en la comuna 8 de Medellín, concluyeron ayer con la peor noticia posible: el niño que acababa de cumplir seis años fue encontrado sin vida en una zona aledaña al sector donde residía.
Allí, en las inmediaciones del ecoparque Las Tinajas, un guía canino halló pasadas las 3 de la tarde un costal que cubría el cadáver del infante. Marlon Andrés Cuesta estaba atado de pies y manos.
El hallazgo de la víctima terminó con la zozobra de la desaparición y enlutó al asentamiento enclavado en el centroriente de Medellín, un conjunto de casas sencillas que le han ganado espacio a las laderas en las que reside mayoría de población afro.
Al cierre de la edición, las diligencias judiciales continuaban para determinar junto a Medicina Legal los móviles del crimen y cuándo se habría cometido el asesinato.
Las autoridades anunciaron que la recompensa de 50 millones de pesos por la información de los responsables del crimen se mantiene para hacer justicia con uno de los seis casos que en 2019 han tenido como víctimas de asesinatos a menores de 13 años.
Entre enero y junio de este año, Medicina Legal reportó el asesinato de 68 menores de edad (61 niños y siete niñas). En Colombia la dolorosa cifra se eleva a 344.
La desaparición
Aunque el menor de edad había desaparecido desde el pasado lunes 5 de agosto, la búsqueda se intensificó solo cuatro días después con un radio de acción que concentraba barrios como Villatina, San Antonio, Trece de Noviembre, El Pinal y Villa Liliam.
Sandra Milena Cuesta, madre del niño, le contó a EL COLOMBIANO que el día del rapto debió salir y lo dejó al cuidado de unos amigos de confianza de la familia, pero, al parecer, lo dejaron salir sin atender sus recomendaciones. Nunca más hubo noticias de su paradero hasta el hallazgo de la tarde de ayer.
El general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana, visitó la zona el pasado 9 de agosto y confirmó que la última pista del menor de edad era por una cámara de seguridad de la estación Las Torres, del metrocable línea H.
Además, allí se anunció en su momento una recompensa de 10 millones de pesos por información que permitiera dar con el paradero del menor de edad. El alto oficial indicó que se descartaba que la desaparición estuviera asociada a móviles extorsivos. Cuatro días después, el martes 13 de agosto, el monto por información se elevó hasta los 50 millones de pesos y los equipos del Gaula y de Infancia y adolescencia seguían patrullando la zona sin resultados.
Reacciones
Federico Gutiérrez Zuluaga, alcalde de Medellín, indicó que el dolor inmenso que embarga a Medellín por la muerte de Marlon y de Sindy Johanna Toro (ver recuadro), debe llevar a una reflexión profunda.
“Estamos muy mal como sociedad para que esto ocurra, es la peor noticia que uno puede dar en la vida. Llevábamos días buscando a Marlon y teníamos la esperanza de encontrarlo vivo, pero fue vilmente asesinado. Es un mensaje también para los papás, para que protejamos a nuestros niños”, indicó.
Jhon Restrepo, líder barrial de la comuna 8 y del colectivo Casa Diversa, describió la sensación que se vive en el barrio como de profunda tristeza.
“Es un golpe más para una comunidad afro que históricamente ha estado marginada, olvidada y violentada y que se suma al histórico de casos que han sucedido en el territorio y nos siguen afectando”, anotó.
El líder comunitario explicó que está coordinando, con instituciones como la Alcaldía y la Personería, un acto simbólico que tendría lugar en la comuna 8 para honrar la memoria de la víctima.
El presidente Iván Duque, por su parte, también rechazó el crimen y anunció que la intención es que se concrete el proyecto de ley que condenaría con cadena perpetua a quienes cometan delitos de homicidio y violencia sexual contra los menores de edad.
“Rechazo estos hechos de violencia contra los niños de nuestro país, ya no más, ya basta. Vamos a avanzar en la propuesta de cadena perpetua para los asesinos y violadores de niños y también vamos a avanzar para que estos delitos sean imprescriptibles, para que estos criminales no se puedan esconder”, declaró.
Se apagó la llama
En medio de la angustia por la desaparición, la madre de Marlon no perdía la esperanza: “No sé quién lo tenga por hacerme la maldad. Si de pronto lo encuentran les pido que lo suelten por acá que él sabe llegar solo”. Efectivamente lo dejaron cerca del barrio, pero nunca pudo regresar a casa. No lo dejaron. La persona que lo mató le borró de tajo la sonrisa contagiosa que no se volverá a escuchar .
