Es común en las grandes ciudades del mundo que tienen medios de transporte masivo, encontrar una red de parqueaderos disuasorios en las inmediaciones de las estaciones, para que las personas que tengan vehículo particular, lo dejen en estos espacios y continúen su desplazamiento citadino en el sistema integrado.
El parqueadero de la estación Ayurá (costado Envigado), es un piloto que inició el Metro el año pasado y del cual la empresa ha aprendido mucho en el tema operativo, para poder seguir replicando esta estrategia en otras estaciones, por ahora, de la línea A.
“Inicialmente fue difícil vencer la resistencia de las personas a que se bajen de la comodidad de su vehículo y usen el metro, pero se han realizado varios cambios logísticos en el parqueadero, para incentivar su uso y mejorar la afluencia”, explicó Carlos Ortiz Espinosa, director de Negocios Asociados del Metro de Medellín.
Cuando empezó, en noviembre de 2015, solo se podía usar para los vehículos particulares de las personas que tuvieran la tarjeta Cívica personal; además del cobro de la tarifa, los usuarios también debían cumplir con otro requisito: realizar una recarga mínima en su Cívica personal de 3.500 pesos cada vez que ingresen al parqueadero. Sin embargo, esto no era muy atractivo para los usuarios.
“Para eso son los proyectos pilotos, para aprender y corregir. Hoy los usuarios no deben hacer una recarga obligatoria en su Cívica; si ya tiene saldo, ingresa directamente. Como el Metro no es experto en la operación de parqueaderos, contrató a Corpaúl para esta función”, resaltó Ortiz Espinosa.