Esta semana debe llegar al país el primero de los 22 nuevos trenes que encargó el Metro de Medellín a la compañía CAF en España, pero la empresa de transporte masivo tiene en sus planes más iniciativas para crecer y mejorar la prestación del servicio y prevé inversiones que llegan a los 594.000 millones de pesos el año entrante.
La ampliación y reposición de infraestructura representan la mayor parte de los recursos presupuestados.
El gerente financiero del Metro, Carlos Chávez González, reveló que con el incremento de la flota se ampliarán también los talleres y la sede administrativa, al igual que la estación Poblado, entre otras iniciativas que redundarán en beneficio de los usuarios del sistema (ver gráfico).
El metro confía en movilizar más usuarios en 2017. En el último año se registraron más de 273 millones de pasajeros en el sistema y la meta es alcanzar los 291 millones de usuarios en todo el sistema.
De los registros, el 74 por ciento corresponde al modo férreo, el 20 por ciento a buses y el 5 por ciento a cables.
“En el tranvía aspiramos, para el año entrante, pasar de 16.000 usuarios día típico laboral a unos 45.000 día típico y a 60.000 cuando estén los dos cables completos operando”, señaló el funcionario.
El tranvía da pérdidas
Entre los concejales de Medellín, Luz María Múnera, del Polo Democrático, interrogó el pasado viernes si ya se alcanzó el punto de equilibrio en el nuevo sistema. Al cierre de 2016, el tranvía de Ayacucho arrojará pérdidas que se estiman en 24.000 millones de pesos, que tendrá que asumir el Metro.
En las previsiones, según Chávez, podrían ser hasta 15 años para comenzar a generar ganancias.
“Esperamos tener mejores flujos de caja una vez se normalice la operación y se dinamice la demanda”, apuntó.
Estrategias para crecer
Hay planes para llegar a movilizar más pasajeros, que son los que en la actualidad generan el 95 por ciento de los ingresos al metro.
Además de los nuevos trenes, con los cuales aumenta la capacidad un 36 por ciento y se pasa de una espera medida en tres minutos y medio en horas pico a tener trenes pasando cada tres minutos, está la línea F, que busca dar más dinamismo a la línea A, con una ruta directa entre las estaciones Caribe e Industriales sin pasar por el centro de la ciudad.
El tranvía de la 80 pasa por una estructuración técnica, legal y financiera a cargo del gerente del proyecto, Felipe Vélez.
Y para el cable de El Picacho, el Municipio cuenta con 160.000 millones de pesos, mientras que el Metro avanza en gestiones ante el Gobierno Nacional para conseguir los $80 mil millones prometidos por el presidente, Juan Manuel Santos, para esta obra.
Para el concejal Fabio Humberto Rivera, del Partido Liberal, “el Metro no debería ir en coche en todos los proyectos”. A su juicio, un aporte de su parte contribuiría a hacer realidad el nuevo cable.
“Nos toca ocuparnos de otros aspectos, como los nuevos trenes que son requeridos por la presión de estos proyectos de expansión, eso lo estamos financiando nosotros. La extensión al sur nos costó 280.000 millones de pesos. También asumimos los déficits operativos del tranvía y estudios que nos corresponden”, respondió el gerente financiero del Metro a los interrogantes.
En el debate sobre el presupuesto de la empresa, la concejal Aura Marleny Arcila, del Partido Liberal, anotó que los ingresos del Metro no pueden depender enteramente de los pasajes en el sistema. Con ella coincidió Daniel Carvalho, del Movimiento Creemos, que destacó la importancia de desempeñar un papel como operador urbano. En los planes de la compañía para el futuro también está percibir cada vez más recursos por consultorías y otros servicios.
El Municipio de Medellín y el Departamento han pagado alrededor de $1,3 billones por la construcción del Metro desde el año 2004.
Este año se deben cumplir compromisos por $10.000 millones con bancos internacionales y $157.000 millones para el Gobierno Nacional. Estas cifras se cubren con impuestos de sobretasa a la gasolina y a la venta de cigarrillos.
El Metro destinará, además, 213.000 millones de pesos de su presupuesto en 2017 al pago de créditos que corresponden a la operación del sistema. Entre ellos se destacan los adquiridos para los nuevos trenes y el recaudo en las cuencas 3 y 6.