Un grupo de investigación de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) está desarrollando una aplicación móvil con la cual los ciudadanos podrán reportar las infracciones a las normas de tránsito de conductores que no respetan los pasos peatonales.
El proyecto se planteó, en una primera fase, como un piloto que se ejecutará en el campus de UPB, con miras a aplicarlo luego en toda Medellín y surgió luego de que el director del proyecto, Manuel Betancur, escuchara una anécdota de intolerancia urbana.
“Una compañera atravesaba con su niño de pocos años de edad por la avenida Nutibara, salió un motociclista a toda velocidad dando una curva y casi que les tiró el vehículo encima. En el calor del momento ella lo insultó, y el tipo se regresó para hacer lo mismo y decirle que quien va en la máquina siempre lleva la vía, que eso era algo que nadie iba a poder cambiar”, relató Betancur.
A raíz de esto retomó una idea de una investigación llamada “Ingeniería para la vida”, y hace más de un año comenzó con un grupo que hoy lo componen siete académicos.
La aplicación móvil
La iniciativa, que sería pionera entre las universidades colombianas, comenzará a socializarse a través de un tutorial virtual el próximo 15 de enero, entre empleados y estudiantes, recibió por nombre: De UPB peatonal a ciudad peatonal.
“Empezaremos con un curso virtual que toma media hora, para empoderar al ciudadano sobre los derechos y deberes de peatones en la vía”, explicó Betancur.
Luego de que los integrantes de la comunidad universitaria conozcan bien sobre la normatividad contemplada en el Código Nacional de Tránsito, se prevé que para marzo estaría lista una aplicación móvil, Yo Peatón, que permitiría hacer las denuncias en tiempo real.
“La persona que va a cruzar un paso en el cual tiene prioridad, saca su celular y registra el momento cuando se acerca el vehículo. Si el carro se detiene, el software reporta el respeto, pero si no permite el cruce del peatón se guarda una evidencia probatoria que se envía automáticamente a una autoridad competente”, detalló Jairo Pérez, miembro del grupo investigador.
Las imágenes captadas con la aplicación, según Pérez, servirían como material probatorio, pero sería el organismo de control quien determinaría la validez o no del reporte ciudadano.
Sanciones
Los investigadores, luego de un estudio para presentar el proyecto ante las directivas de UPB, concluyeron que la coerción da mejor resultado que la pedagogía, por lo tanto diseñaron sanciones que contemplan la restricción de ingreso a UPB a quienes irrespeten los pasos peatonales.
“Aún están en construcción, pero, por ejemplo, se estudia que los infractores no puedan entrar a la universidad en sus vehículos en tiempos que van de uno a ocho días; y si es reincidente, puede ser de hasta 15 días o un mes”, apuntó Pérez.
Sin embargo, el colectivo Fundapeatón, que colaboró con sugerencias en la construcción del proyecto, propuso que no solo se tratara de castigos, sino que también se contemplaran beneficios para los buenos conductores.
“Dentro de la universidad se cobra parqueadero. Teniendo en cuenta eso, como un premio al buen comportamiento, se podría rebajar la cuota anual a las personas que respeten al peatón”, dijo Betancur.
El docente también sugiere que si la iniciativa se llega a aplicar en la ciudad, los privilegios a los que accederían los conductores respetuosos estarían relacionados con un costo diferencial del seguro del Soat, por ejemplo. Mientras que los infractores se atendrían a la multa de $368.865 estipulada por el Tránsito.
Recepción de la propuesta
La Gerencia de Movilidad Humana de la Alcaldía de Medellín se mostró interesada en el proyecto; sin embargo, guardan cautela por el tema de habeas data, tema jurídico en el que se incurriría con el acceso a las imágenes captadas por los ciudadanos que reporten.
“Quieren saber cómo nos va a ir con el piloto en la universidad, y luego resolver temas legales para poder aplicarlo en Medellín”, reveló Pérez.
El grupo investigador trabaja con las horas que disponen en la universidad, pero calculan que si el proyecto fuese contratado externamente, en su primera fase tendría un costo de 9 millones de pesos; por el momento, no han recibido aportes externos o de la Administración Municipal para su desarrollo.
Juan Esteban Robledo, estudiante de UPB, considera que la idea es positiva porque no hay nada mejor que la sanción social para corregir una mala conducta. No obstante, tiene dudas con respecto a la aplicación de la iniciativa.
“Hay que revisar el asunto de la privacidad, a nadie le gusta que lo graben con un celular. También falta ver cómo elaboran el marco normativo, porque como conductor también he sido testigo de peatones que son irrespetuosos”, manifestó.