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El gravamen adicional a propietarios de inmuebles para financiar obras de infraestructura le permitió a Medellín construir el 80 % de sus vías arterias, según la administración municipal. La ciudad estrenó la figura en 1930 y, en 1968, impulsó un plan vial para desarrollar la variante Las Palmas, las transversales Superior e Inferior, la loma de Los Balsos y la vía El Tesoro, en el suroriente.
La figura cayó en desuso y, por controversias políticas, se dejó de aplicar por cuatro décadas hasta que el plan de desarrollo 2008-2011 definió inicialmente 22 obras para ser financiadas por valorización en El Poblado, con el fin de conformar una red en la zona que generara mejor conectividad.
Fue hasta 2012 cuando se definió el actual paquete de 23 obras y comenzó la ejecución de las primeras cuatro. Dos años después, empezó el derrame (cobro) a los contribuyentes de la comuna 14.
De los 23 proyectos concebidos desde el comienzo, la anterior alcaldía alcanzó a entregar 10 y la actual administración lleva ocho (la meta del plan de desarrollo es 10).
En siete años de ejecución la comunidad se ha quejado por las demoras en la entrega, los problemas contractuales y las adiciones presupuestales que han requerido las obras para ser culminadas.
Según César Giraldo, director del Fondo de Valorización de Medellín (Fonvalmed), antes de marzo de 2020 estarían listos otros tres proyectos; uno se está revaluando porque con las demandas de tráfico de la zona ya no se requeriría; y quedará para desarrollarse por fases la obra clave, la ampliación de la Avenida 34.
La actual alcaldía ya adjudicó y están en ejecución tres obras, más dos fases de una cuarta.
La primera de ellas es el paso a desnivel de la transversal Inferior con la loma de Los González, que arrancó en febrero de 2018 y debía entregarse en agosto de 2019.
Sin embargo, Giraldo reconoció dificultades prediales en la construcción, necesidad de una compra de una faja adicional de terreno y el requerimiento de construir un muro de contención, obras extras que no estaban previstas.
El proyecto necesitaría una adición de $10.000 millones y un mayor tiempo de espera, aún por determinar.
La prolongación de la carrera 15, entre San Lucas y San Marcos de la Sierra, comenzó el mes pasado y tiene plazo constructivo de 11 meses. Se trata de una nueva vía de 310 metros de longitud para generar un nuevo ingreso al sector de San Lucas a través de la loma de Los Balsos. Esta vía se conectará con una calzada que realizará Envigado.
Asimismo, la semana pasada se adjudicó el mejoramiento de la loma de Los Mangos, entre las carreras 27 y 20. Tiene 13 meses de plazo, por lo que se prevé que se ponga en servicio en marzo de 2020.
Por su longitud (3,8 kilómetros), ampliación de la sección vial (serán dos carriles adicionales entre la Aguacatala y la avenida Las Palmas) y reserva de una franja para el futuro corredor del sistema masivo de transporte de oriente, la Avenida 34 es la obra más importante de valorización.
Por su dimensión, se lleva a cabo por fases. En 2015, la pasada administración municipal adjudicó el tramo entre la calle 13 y la quebrada La Escopetería, por $14.600 millones; sin embargo, ese mismo año una acción popular frenó la ejecución del proyecto. La demanda ciudadana pedía preservar un bosque de eucaliptos situado entre las calles 10A y 13, en una franja de 200 metros. Fonvalmed hizo un rediseño y tomó la decisión de que el par vial (calle que antes funcionaba en doble sentido y después solo tiene circulación en uno solo) ya no pasaría por la carrera 35, para evitar las talas, sino por la 36, con un cambio del actual sentido vial.
Ese tramo se reanudó en agosto de 2018, con nuevas dificultades con los comerciantes de Provenza. Este mes, luego de la suspensión de trabajos por la época decembrina, se retoman los frentes de obra. El plazo es de 12 meses.
La otra etapa comienza en la Av. El Poblado y culmina en Los Balsos. Comenzó en enero pasado con 11 meses de plazo. “No genera problemas de movilidad porque se trabaja sobre una franja de un lote privado que ya adquirimos”, dijo.
Quedarán pendientes por ejecutar los intercambios viales de la Avenida 34 en las intersecciones con Los Balsos, Los Parra y Los González. “Como estaban en ejecución los intercambios de la Inferior con los Parra y con los González era muy difícil ejecutarlos porque colapsaría El Poblado”, precisó Giraldo.
Estos tres intercambios no se dejarán licitados ni contratados y tendrán que ser ejecutados por la próxima alcaldía.
La obra 23, el paso a desnivel de la carretera El Tesoro con la vía Linares (carrera 29D), está en veremos porque, según la Secretaría de Infraestructura, no sería necesaria según el diseño y los estudios de movilidad actuales.
Fonvalmed ha recaudado $408.966 millones desde 2014. En este momento, según Giraldo, tiene en caja $150.000 millones y le falta recibir $100.000 millones de los contribuyentes que se terminarán de pagar en 2023.
“Las siguientes obras quedan con recursos. Si no hay caja disponible, habrá cupo de crédito que a su vez será cubierto por el recaudo futuro”, indicó Giraldo.
El principal reproche al paquete de valorización es que las ejecuciones exceden los plazos constructivos.
Pedro Juan Arango, edil de El Poblado, puso de ejemplo el paso a desnivel de Los Balsos con la Transversal Inferior y la elevación de la Transversal Superior en El Tesoro.
“Las demoras son el principal dolor de cabeza porque no se cumple el cronograma previsto, lo que va deslegitimando las obras y su ejecución”, afirmó. Opinó que una vez la ciudadanía realiza el pago del gravamen, la carga se traslada para la administración municipal que es la que tiene que resolver problemas jurídicos, líos constructivos y requerimientos de la comunidad.
Luis Hernando Mejía, presidente de Corpoblado, avaló la entrada en operación del 80 % de las obras del paquete de valorización y coincidió con Arango en que su ejecución ha sido más lenta de lo previsto.
Propuso, para próximos desarrollos de infraestructura con esta modalidad, mayor sensibilización con la comunidad afectada de cómo van, qué está pasando y cómo quedarán las obras previstas. “Se debe escuchar más al vecindario porque también ofrece alternativas que pueden ser más económicas”, dijo.
Para José Fernando Villegas, director de la seccional Antioquia de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, la figura de la valorización es un modelo que se debe promover para futuros proyectos de ciudad pero, “para poderlo defender hay que aplicarlo bien”, señaló.
Sostuvo que la falta de planeación en las obras de El Poblado ha llevado a tener extracostos y demoras que la ciudadanía no entiende.
“Pediría que en estos sistemas mejoré la planeación para que tiempos y presupuestos se cumplan. Esto pone en peligro un modelo que defendemos”, añadió Villegas.
El coordinador del área de Movilidad y Gestión Territorial de la Universidad EIA, Andrés Pava Restrepo, aseguró que si no hay un veedor independiente de la administración municipal, será muy difícil garantizar la correcta disposición de recursos destinados, la pertinencia de diseños y la ejecución de las obras.
“Los proyectos se contratan y en el camino se presentan sobrecostos. A la ciudad le hace falta una veeduría externa e independiente que esté atenta a los procesos y a la ejecución y vele porque todo se haga bien”, concluyó .