Como el episodio de contingencia ambiental más difícil de los que ha afrontado el Valle de Aburrá calificó Juan David Palacio, director del Área Metropolitana, el que se tiene previsto debe iniciar este 8 de febrero y se extienda hasta el 10 de abril.
Temas como la pandemia por la covid-19 y la reactivación económica, prevista para este primer semestre del año, hacen que la contingencia sea más compleja de enfrentar.
Ana Roldán, subdirectora Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, ratificó que como cada año y por las condiciones como la topografía del Valle de Aburrá, las condiciones climáticas y meteorológicas (las nubes en esta temporada son más bajas de lo que habitualmente son), y el incremento de fuentes móviles y estáticas de gases llevan a la declaratoria de la contingencia ambiental.
Para evitar llegar a alarmas extremas, como las que sucedieron en 2020, el Área Metropolitana tomó una serie de medidas de control. “Pese a esto vamos a tener estaciones que llegaran a alerta naranja”, precisó el director Palacio al señalar que serán tres semanas críticas, entre el 8 y el 22 de marzo, donde se podrían adoptar otras medidas.
Entre las consideraciones adoptadas no está contemplado inicialmente la restricción del pico y placa para vehículos particulares, aunque no se descarta que esta decisión se revierta en caso de las condiciones desmejoren considerablemente.
Tampoco se consideró la opción de establecer la restricción de circulación para las motos.
La medida que sí se aplicará es el pico y placa para el transporte de carga, que será de cuatro dígitos diarios, con la posibilidad de subir a seis, entre las 7:00 y las 8:30 a.m. y de 5:30 a 7:00 p.m., durante los dos meses que dura la contingencia.
En Medellín para vehículos de carga rotará de la siguiente manera: lunes 0 1, 2 y 3; martes 4, 5, 6, 7; miércoles 8, 9, 0, 1; jueves 2, 3, 4, 5; viernes 6, 7, 8, 9.