Casi dos horas duró el interrogatorio de la Fiscalía a María Cecilia Posada, directora de obra de la firma Lérida CDO, quien respondió más de 200 preguntas que tenían como propósito poner en evidencia el nivel de responsabilidad que tendría la acusada por el colapso de la torre 6 del edificio Space el 12 de octubre de 2013, hecho en el que murieron 12 personas, entre estas el estudiante universitario Juan Esteban Cantor, por quien se les acusa de homicidio culposo.
Varias respuestas de Posada llamaron la atención en el recinto de audiencias del Juzgado Primero Penal del Circuito de Medellín.
La acusada respondió de manera afirmativa que conoció que había una diferencia notoria entre la resistencia que debían tener las columnas del edificio según los planos (21 megapascales) y los resultados que arrojaron los ensayos que se hicieron en las pruebas de laboratorio (16 y 14 megapascales).
Posada también reconoció que en febrero de 2013 —ocho meses antes de la tragedia— fue informada del “descascaramiento” de una columna, daño que, según la fiscal, solo intervinieron con arreglos cosméticos; y que el 11 de octubre —una día antes de la tragedia— supo acerca del asentamiento de una pila.
Sin embargo, Posada negó conocer que el edificio sufría fallas estructurales, razón por la cual la Fiscalía consideró que esto era echarle toda la culpa de lo sucedido al ingeniero calculista, el señor Jorge Aristizábal.
Ante la orden de evacuación por parte de las autoridades, María Cecilia Posada dijo en la audiencia que la empresa contrató a tres vigilantes con el propósito de cuidar las pertenencias de los propietarios de los apartamentos. La fiscal hizo notar que este personal nunca tuvo la orden de prohibir el ingreso de los dueños o de inquilinos de los inmuebles a la unidad residencial, con el propósito de salvaguardar sus vidas.
Pablo Villegas se exime
El representante legal de Lérida CDO, Pablo Villegas Mesa, quien fue interrogado por su defensa y contrainterrogado por la Fiscalía, aseguró que, por su rol gerencial, no tenía conocimiento de las fallas en el proceso constructivo, razón por la cual se exime de la responsabilidad del colapso de la torre.
Ante una solicitud de aclaración por parte de la juez, en la que pidió definir cómo se contrató al revisor de los cálculos —una persona que según la Procuraduría debe ser independiente— Villegas Mesa sostuvo que eso se contrató y se pagó como parte de los servicios que prestaba el ingeniero calculista Jorge Aristizábal.
“Todo fue fraudulento”
Al término del contrainterrogatorio de la Fiscalía a María Cecilia Posada, la hermana de la víctima, Ángela María Cantor, dijo que era evidente la mala administración de todos los recursos por parte de la directora de obra; que esta no era una persona idónea para revisar lo que hacía el ingeniero calculista y si este cumplía o no las normas de sismorresistencia.
“Todo nos huele a ‘chanchullo’, porque si supuestamente escogieron a un calculista con las características de Aristizábal, pues era porque detrás había algo económico. Como sabemos, acostumbraban a que, las personas que trabajaban para ellos, inflaran los costos de la obra”, afirmó Cantor.
Con respecto a las mezclas de concreto, la hermana de la víctima manifestó que “les parece demasiado complejo el tema de las muestras. Los estudios de la Universidad de los Andes demostraron que estaban pasando fórmulas de concreto por debajo de las que Aristizábal ya indicaba, las cuales, de por sí, ya no eran sismorresistentes”.
A propósito de la señalización de “prohibido pasar” o “peligro” que se debió instalar después de la evacuación de la torre 6, Cantor sostiene que nunca la hubo. “Ni siquiera cuando el Dagrd dio la orden de evacuar. No pusieron ningún aviso o elemento de señalización que impidiera el paso a la torre seis o a los parqueaderos del sector”.
Finalmente, Ángela Cantor insistió en que el manejo de todo lo que se hizo, tanto en obra, como afuera, fue fraudulento.
“Eso nos deja una muy mala impresión. Nos parece el colmo que no reconozcan nada y que quiera echarle toda la culpa a Aristizábal, como si él fuera el único que hubiera orquestado la caída del Space. Entonces, ¿qué pasa con Villegas y Posada que también eran ingenieros?”, concluyó.