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El contrato CCT 871 de 2020, con el que la Universidad Eafit se encarga de operar el Sistema de Alertas Tempranas del Valle de Aburrá (Siata), se venció ayer, según confirmó esa institución y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Según se lee en una adición firmada el 26 de marzo de este año, luego de ser suscrito el pasado 3 de agosto de 2020 con un plazo inicial de ocho meses y ser prorrogado por dos meses más, este convenio expiró este martes 2 de junio.
En medio de un ambiente caldeado desde el año pasado, a raíz de una serie de cuestionamientos formulados por alcaldías como la de Medellín y Girardota, sobre la rigurosidad y la precisión de ese sistema para medir variables como la calidad del aire, el vencimiento de ese contrato despertó inquietudes.
No obstante, de acuerdo con versiones entregadas por el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva), Juan David Palacio, y la directora de Innovación de la Universidad Eafit, Adriana García Grasso, ambas instituciones adelantaban desde ayer un proceso para prorrogar por dos meses más esa vinculación.
Aunque ambas partes advirtieron que esa adición tendría vigencia hasta comienzos de agosto, Palacio señaló que se evaluaba la estructuración de un nuevo contrato por un año más, que deberá tener el visto bueno la Junta Metropolitana de alcaldes antes de firmarse.
El Sistema de Alertas Tempranas es un programa administrado por el Amva con el que se monitorea y analiza en tiempo real el comportamiento del clima, el aire, los ríos y otras variables, con el objetivo suministrar información precisa y confiable a las autoridades para la toma de decisiones relacionadas con la gestión del riesgo.
Desde 2010, la iniciativa está a cargo del Amva y hoy es operada por la Universidad Eafit.
Según aparece en los documentos del convenio entre el Área Metropolitana y la universidad, las funciones a cargo de esta última institución se dividen en dos componentes principales: uno asociado a la gestión del riesgo y otro al monitoreo de la calidad del aire.
En materia de gestión del riesgo, vale recordar que el Siata cumple un papel fundamental para que el Área Metropolitana, el Municipio de Medellín, EPM e Isagén puedan contar con información en tiempo real que les permita anticiparse a la ocurrencia de catástrofes.
Por ejemplo, estas dos últimas empresas requieren de los pronósticos de precipitación y la medición de fuentes hídricas para monitorear la situación de sus proyectos hidroeléctricos, anticipándose a escenarios adversos.
Por esta razón, dentro de las tareas que aparecen como responsabilidad de la universidad figuran la modernización de las redes de monitoreo, la emisión de reportes de gestión del riesgo y el mejoramiento continuo de las mediciones para predecir el comportamiento del río Medellín y otras cuencas hidrográficas.
En segundo lugar, en el componente de monitoreo de la calidad del aire, la universidad aparece como responsable de diagnosticar las fuentes externas como internas que afectan ese indicador.
Desde las fuentes externas, los expertos deben vigilar asuntos como los incendios de cobertura vegetal que ocurren en otros lugares del departamento y el país, y la llegada de partículas del desierto del Sahara.
Desde las fuentes internas, la función consiste en procesar los datos que arroja la red de monitoreo, elaborar informes, evaluar de forma constante la distribución de los puntos de medición, entre otros.
Juan David Palacio, director del Amva, explicó que, pese al vencimiento de la última prórroga, esa entidad tiene previsto mantener los lazos con la Universidad Eafit, para garantizar la estabilidad y el funcionamiento del sistema.
Aunque en una primera etapa el funcionario detalló que se estructura una adición del actual contrato por dos meses más, por un valor de $3.270 millones, en un periodo de uno a dos meses se aspiraría a suscribir un contrato nuevo, por $22.060 millones.
En este último contrato, Palacio precisó que ya se financiaría a través de vigencias futuras y se estaría a la espera de la aprobación de la Junta Metropolitana.
“Los estatutos obligan a que el director solo puede suscribir contratos inferiores a los 10.000 salarios mínimos sin requerir autorización de la junta metropolitana. Una vez superemos esa autorización daremos continuidad a la suscripción del contrato”, aseguró Palacio Cardona.
Adriana García Grasso, directora de Innovación de la Universidad Eafit, confirmó que esa institución ya adelantaba por su parte los trámites administrativos para formalizar ese otrosí y extender la operación del Siata hasta los primeros días de agosto.
“La continuidad del Siata tiene una gran relevancia, por ser un proyecto de ciudad que permite salvar vidas y pone la ciencia y la tecnología al alcance de todos”, dijo García Grasso.
José Daniel Pabón, PhD en Meteorología y profesor Universidad Nacional en Bogotá, señaló que garantizar la participación de las universidades en los sistemas de alertas tempranas es crucial para fortalecer los procesos de análisis, difusión y explicación de la información.
“El conocimiento es muy diferente de la información. En los sistemas de alerta la información es muy importante, pero tiene que basarse en el conocimiento que tienen las universidades”, resaltó el experto, enfatizando en que el procesamiento de los datos que arrojan los sensores requiere de profesionales que tengan contexto y sepan difundirlos correctamente.
Por su parte, Carlos Alberto Gil Valencia, exdirector del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres de Medellín (Dagrd), planteó que proteger el rigor científico y la gestión del conocimiento que ese sistema ha construido a lo largo de los años contribuye a garantizar que la región cuente con información confiable para prevenir los desastres y hacer una correcta gestión del riesgo.
“El Siata ha sido muy riguroso con las capacidades profesionales y académicas de las personas que trabajan allí. Para la ciudad es un proyecto de suma importancia y es una buena noticia que se mantenga esa experiencia y rigurosidad”, expresó Gil Valencia.
Finalmente, el director Palacio Cardona aseguró que el objetivo de la entidad será el de continuar fortaleciendo la capacidad tecnológica y operativa del sistema. Según precisó, en el largo plazo se buscaría encontrar nuevas fórmulas para fortalecer su financiación y hacerlo el eje de una estrategia para generar ingresos, ofreciendo productos y servicios a otras organizaciones e instituciones de la región y del país. (Ver Para Saber Más).
“Nosotros queremos seguir fortaleciendo el Siata y consolidar un proyecto que busca mejorar las condiciones de vida de los habitantes. El sistema será fortalecido”, concluyó Palacio Cardona, quien aseguró que esa entidad respetará la autonomía de la universidad para administrar el programa
Comunicador social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana, especializado en la investigación de temáticas locales. También cubro temas relacionados con salud, historia y ciencia.