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Aumenta la tensión en Bello por muertes de cabecillas en prisión

En apenas 16 días mataron al supuesto líder de “Pachelly” y le dio un infarto al de “Niquía”.

  • Alejandro Mazo Pulgarín, alias “Titi”, fue detenido en enero de 2019 en San Carlos, Antioquia. Y Édgar Pérez (“el Oso”) fue capturado el pasado diciembre en Bello (círculo). FOTOS cortesía
    Alejandro Mazo Pulgarín, alias “Titi”, fue detenido en enero de 2019 en San Carlos, Antioquia. Y Édgar Pérez (“el Oso”) fue capturado el pasado diciembre en Bello (círculo). FOTOS cortesía
  • Édgar Pérez (“el Oso”) fue capturado el pasado diciembre en Bello. FOTOS cortesía policía y cti.
    Édgar Pérez (“el Oso”) fue capturado el pasado diciembre en Bello. FOTOS cortesía policía y cti.

Las muertes en cárceles de dos presuntos cabecillas de Bello en las últimas dos semanas, uno asesinado y el otro por aparente enfermedad, aumentaron la tensión en los vecindarios de esa localidad, azotados por la disputa entre las bandas que ellos lideraban.

Este es el capítulo más reciente de una contienda ilegal que ajusta un año y dos meses, y que ha tenido como protagonistas a la estructura de “Pachelly” contra las de “el Mesa” y “Niquía Camacol”. Desde febrero de 2019 ese conflicto ha sido el principal detonante de homicidios, en particular en las comunas de Niquía, Altos de Niquía, Bellavista y La Cumbre.

El pasado de 21 marzo mataron a Alejandro Mazo Pulgarín, alias “Titi”, supuesto líder de “Pachelly”, en la cárcel de Cómbita (Boyacá). Estaba allí luego de su captura en enero de 2019, acusado por el cargo de concierto para delinquir.

El crimen sucedió a las 2:00 p.m., cuando caminaba por uno de los corredores del patio N°2, en compañía de otras personas. Ahí se desató una riña entre dos grupos de internos, en la cual “Titi” murió de 40 puñaladas. En el mismo hecho perdió la vida Fabio Rojas Osorio (“Dany”) y un tercer convicto que sobrevivió herido.

Sobre la autoría de este hecho existen dos hipótesis: la primera fue difundida en su momento por fuentes del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec), según la cual “Dany” habría atacado a “Titi”, y después fue acuchillado en venganza por los escoltas de aquel.

La otra versión es analizada por la Fiscalía 9° Seccional de Tunja, bajo la noticia criminal N°152046300150 202080072. En ese expediente, que está en fase de indagación preliminar, figura como indiciado del homicidio Luis Rodrigo Rodríguez Rodríguez (“el Montañero”), supuesto cabecilla de “el Mesa”, y quien estaba detenido desde octubre de 2019 por concierto para delinquir, porte ilegal de armas y falsedad material en documento público. Él también resultó lesionado en la reyerta y después fue trasladado a La Picota, en Bogotá.

El sobreviviente del ataque se convirtió en el principal testigo para resolver el caso, por lo que los entes judiciales solicitaron que sea aislado y protegido en la penitenciaría.

En la disputa de grupos criminales de Bello, además de pelear por el dominio de los negocios ilegales, fueron asesinadas personas cercanas a cada bando. Entre las víctimas estuvo Darío Rodríguez, campesino de 80 años y tío de “el Montañero”, a quien mataron el 05/3/19 en una finca de San Jerónimo, Antioquia.

Y a los familiares de Mazo Pulgarín les tramitaron medidas de protección, por las constantes amenazas. Francisco Mazo (”Pocho”), hermano de “Titi”, está en el cartel de los más buscados y es perseguido por las agencias de seguridad.

A pesar de que “Pachelly” y “el Mesa” estaban en guerra en las calles de Bello, “Titi” y “el Montañero” fueron enviados al mismo patio de Cómbita. EL COLOMBIANO solicitó una respuesta al Inpec por esta decisión, sin obtener su postura, pues la entidad está “a la espera de los resultados de las investigaciones de la Fiscalía”.

El final de “el Oso”

La segunda muerte de un supuesto líder mafioso de Bello ocurrió ayer. Un ataque cardiaco, después de un traslado de cárcel, es la teoría principal sobre la muerte de Édgar Pérez Hernández (“el Oso”), del combo de “Niquía Camacol”.

Su abogado Mauricio Morales contó que el deceso se produjo a la 1:00 a.m. en el hospital Federico Lleras Acosta de Ibagüé. Según la historia clínica, “el Oso”, de 50 años, padecía diabetes y tenía antecedentes de enfermedad cardíaca.

El rostro de Pérez figuraba en el cartel de los más buscados de Bello y el pasado 8 de diciembre fue capturado en una casa del barrio Camacol. La Fiscalía le imputó concierto para delinquir agravado, desplazamiento forzado y extorsión, cargos que él negó. El Juzgado 19 Penal Municipal de Medellín le dictó medida de aseguramiento en la cárcel de Itagüí.

El domingo 5 de abril a las 5:00 a.m. le notificaron que sería trasladado a la prisión de Picaleña, en Ibagüé, a lo cual se opuso por su estado de salud y porque la citas de revisión las tenía programadas en Medellín. “Yo hablé con el Inpec, y me dijeron que era necesario el traslado dizque porque había una posibilidad de fuga”, manifestó el abogado.

El viaje por tierra duró siete horas hasta la capital tolimense. “Cuando lo vieron allá, estaba descompensado”, prosiguió Morales. A las 10:00 p.m. fue revisado en el área de sanidad de la cárcel y el médico determinó que estaba en riesgo de infarto, confirmó el Inpec.

Por eso fue remitido al hospital, donde más tarde falleció por infarto al miocardio, diagnóstico que deberá ser confirmado por Medicina Legal.

Vigilando a Bello

Marzo fue el mes con más homicidios en Bello este año, con 20 casos superó a Medellín, que apenas contó 18 gracias a la cuarentena; en abril solo se ha presentado uno (al cierre de edición), el de un joven de 17 años enterrado en una fosa en el barrio La Araucaria N°1.

Varios pobladores del municipio, cuyas identidades reservamos, comentaron que hay temores después de las muertes de “Titi” y “el Oso”, pues esto podría generar retaliaciones u ofensivas de los enemigos.

El coronel Ómar Rodríguez, subcomandante de la Policía Metropolitana, señaló que “frente a las consecuencias (de esas muertes), aún no hemos notado confrontaciones. Esperamos las investigaciones de Fiscalía y Medicina Legal”.

Agregó que después del consejo de seguridad con el Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo (marzo 5), se incrementó el pie de fuerza, el cual tuvo que duplicar sus tareas, entre la vigilancia habitual y las campañas de prevención por la pandemia de covid-19.

“Tenemos un equipo de investigadores trabajando con la Fiscalía, revisando en qué casos podríamos aplicar medidas de extradición y extinción de dominio”, concluyó el oficial.

Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.

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