Solo los habitantes y sobrevivientes de Yolombó, el municipio enclavado en las montañas del Nordeste antioqueño, saben a sangre cierta, a sudor y tierra cierta, lo que ocurrió durante 48 horas de un horror que el tiempo no borra.
Entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre de 1999, más de 200 paramilitares del bloque Metro de las Autodefensas incursionaron en las veredas El Atajo, Los Aceites, El Oso, Alto de Café, Las Margaritas, Coralitos, Buenos Aires, El Rosario, Brazuelos, Pantanillo y San Nicolás.
Iban guiados por un hombre encapuchado que señalaba a los lugareños, los cuales eran sacados a la fuerza de sus casas, torturados y acribillados a la vera del camino. Sin policías ni soldados que contuvieran el ataque, los criminales hicieron lo que les vino en gana, dejando a su paso 21 muertos.
Las propias Autodefensas se atribuyeron la matanza en un comunicado posterior. Indicaron que ejecutaron a 16 personas y que las cinco restantes fueron asesinadas por la guerrilla en su reacción. Los habitantes quedaron en medio de esa disputa, señalados por unos y otros de ser enemigos.
En ese entonces la Alcaldía de Yolombó denunció que sus habitantes se sentían abandonados por el Estado colombiano, que tardó bastante en brindar su apoyo y solidaridad tras lo sucedido.
La masacre de Yolombó regresó a la memoria por un reciente fallo del Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, que condenó por esos hechos a Gabriel Muñoz Ramírez, alias “Castañeda”, excabecilla del bloque Metro. La sentencia de 43 años de cárcel fue difundida este sábado por la Fiscalía.
Este hombre, que está tras las rejas pagando 40 años por otros delitos, fue acusado de homicidio en persona protegida por un fiscal de la Unidad de Derechos Humanos. Aceptó la culpabilidad y se sometió a sentencia anticipada.
PRONTUARIO CRIMINAL
De acuerdo con los archivos judiciales, a “Castañeda” también lo investigan por su supuesta participación en el asesinato del docente José Orlando López Gil, cometido en la vereda El Chorrito de Guatapé (Antioquia), el 3 de noviembre de 2000.
En el casco urbano del mismo municipio habría orquestado la muerte del sindicalista José Atanasio Fernández Quiñones, el 29 de marzo de 2000. La víctima “era operador de máquinas y pertenecía al Sindicato de Trabajadores del Departamento de Antioquia”, según la Fiscalía.
En su prontuario también está la muerte de Luis Arcadio Ríos Muñoz, trabajador de la Empresa Antioqueña de Energía (Eade), abaleado el 20 de marzo de 2000 en la vereda El Silencio, de la localidad antioqueña de San Carlos. Y los homicidios de los lancheros Aníbal de Jesús Pemberty Cuervo y Yimmy Alexánder Hincapié Acevedo, acribillados en el corregimiento La Sierra del municipio de Puerto Nare, el 23 de abril del año 2000.
El bloque Metro de las Autodefensas delinquió en su momento en el Valle de Aburrá, el Oriente, Nordeste y Magdalena Medio. Entre los años 2002 y 2004 fue exterminado por los propios paramilitares y sus integrantes fueron asignados a otros frentes de guerra.