Disparos, detonaciones, personas lesionadas, tanto de los mineros como de uniformados de la Policía Nacional, y hasta una vivienda incinerada fue el balance parcial de una violenta jornada que se vivió este lunes en el Nordeste antioqueño, en medio del paro minero de los municipios de Segovia y Remedios.
Gustavo Tobón, alcalde de Segovia, calificó como muy delicada la situación de orden público en el municipio en la noche de este lunes:
“No son escaramuzas, son disturbios totales con explosivos y bala. Hay agentes del Esmad heridos y la situación está muy compleja. Hace rato dejó de ser una protesta pacífica”, indicó el mandatario.
De acuerdo con el mandatario, los disturbios comenzaron cuando un convoy de la Policía con agentes del Esmad, que estaba en el corregimiento de Santa Isabel y se desplazaba a unos tres kilómetros del casco urbano del municipio, fue atacado por un grupo de manifestantes que tenían la vía cerrada.
Seis policías heridos
La Policía Antioquia detalló que la utilización de artefactos explosivos improvisados y armas de fuego por parte de los manifestantes dejaron un saldo parcial de seis uniformados heridos: cinco de ellos por detonaciones y el restante por recibir un disparo con una escopeta.
Además, la Policía justificó la intervención con gases lacrimógenos al detallar que el escuadrón que cumplía un movimiento de base fuera agredido.
Mesa minera tiene otra versión
Eliober Castañeda, presidente de la Mesa Minera de ambos municipios, denunció que la fuerza pública con Esmad hizo presencia para atropellar a la comunidad y no para defenderla como dicen las fuentes oficiales:
“El Esmad llegó al corregimiento de La Cruzada dando patadas, tumbando las ollas del sancocho de la comunidad y repartiendo gases a diestra y siniestra. Esto alteró los ánimos de la gente y provocó los enfrentamientos. Hay muchos heridos”
Castañeda indicó además que el Esmad se refugió en el hospital de Segovia y que desde allí lanzaron gases.
En lo que sí coincidieron tanto autoridades civiles, militares, como los voceros de la protesta, es que la situación en materia de seguridad es delicada porque los ánimos están caldeados. El comercio, por su parte, permanece cerrado.