“Me vi obligado a vender mi finca en Belén de Bajirá (...). Las barbaries que las autodefensas cometían hicieron que nos llenáramos de terror al observar que constantemente aparecían personas asesinadas por la vía Caucheras-Bajirá. Fue cuando me desplacé con mi familia antes de que me tocara el turno de amanecer acostado al pie de esta misma vía”.
Este es el testimonio de una víctima de despojo de tierras en la subregión de Urabá, que resultó beneficiada por una reciente sentencia de la Sala Civil Especializada en Restitución de Tierras del Tribunal Superior de Antioquia.
El ente judicial ordenó la devolución de 207 hectáreas a cuatro familias de la vereda Los Cedros, en el corregimiento Belén de Bajirá, ubicado en la frontera del municipio de Mutatá con Chocó.
Los terrenos habían sido usurpados a mediados de la década del 90, durante la expansión del paramilitarismo en la región, y luego de pasar por varios procesos de compraventa hoy estaban en manos de particulares.
“Los amigos nos decían que éramos blanco de las autodefensas por ser indígenas y nos culpaban de ser colaboradores de la guerrilla”, denunció otra de las beneficiarias de la decisión del Tribunal, quien también tuvo que vender sus predios y escapar de la violencia con sus seres queridos.
De acuerdo con la Unidad de Restitución de Tierras (URT), gracias a este último fallo Antioquia cuenta con 2.351 hectáreas devueltas a sus legítimos dueños por parte de los jueces.
Ricardo Sabogal, director de la URT, comentó que esta buena noticia se da en el marco del inicio de la intervención de su entidad en los municipios de Arboletes y San Pedro de Urabá. “Restituiremos tierras arrebatadas bajo la modalidad de despojo duro (como ventas forzadas o a precios muy bajos). Esta zona fue bastión de la consolidación del proyecto paramilitar en Urabá, comandada por Jesús Ignacio Roldán, alias Monoleche”, manifestó el funcionario.
En esos dos municipios se estudian 408 solicitudes de restitución, las cuales se suman a otras 58 reclamaciones que están pendientes de resolución en Turbo y Mutatá.
Además de estos trámites judiciales, la URT ha aportado 1.000 millones de pesos para apoyar a las familias restituidas de Urabá, indicó Sabogal.
Esos recursos se han invertido en proyectos productivos para la ganadería y cultivos de maracuyá, maíz y plátano.