La Policía Metropolitana de Medellín, tras casi dos años de investigación, logro esclarecer el homicidio de Liliana Patricia Cataño Montoya, una lideresa de la comuna 13 que fue asesinada el 18 de octubre de 2017 y cuyo autor intelectual sería alias “Pocho”, presunto integrante del grupo delincuencial “la Agonía”, que delinque en esa zona de la ciudad.
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El brigadier general Eliécer Camacho, comandante de dicha división policial, confirmó en la mañana de este miércoles que su institución logró obtener una orden judicial contra “Pocho”, la cual le fue notificada en la cárcel La Picota, de Bogotá, donde está recluido.
Según las investigaciones, Paulo Andrés Torres Flórez, conocido como “Pocho”, habría ordenado el 18 de octubre de 2017, en el barrio San Javier, sector Altos de la Virgen, comuna 13, el asesinato de la líder comunitaria.
Luego de ser recolectado todo el material probatorio, un juez libró una orden judicial contra este sujeto por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, fabricación tráfico y porte de armas de fuego o municiones, la cual se materializó en La Picota.
Andrés Felipe Tobón Villada, secretario de Seguridad de Medellín, señaló que el crimen de Cataño pudo deberse a su liderazgo en la repartición de tierras en esta zona del occidente. “Este proceso, al parecer, no gustó a la estructura criminal de ‘la Agonía’ y en retaliación, alias ‘Pocho’ habría ordenado el homicidio”.
Según la información oficial, “Pocho” era el máximo cabecilla del grupo delincuencial común organizado “la Agonía” y fue capturado el 28 de marzo de 2019, luego de la ejecución de 46 diligencias de allanamiento y registro en la comuna 13, mediante orden judicial por el delito de concierto para delinquir. Por él se ofrecía una recompensa de hasta $20 millones.
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El sindicado tenía bajo sus órdenes a los integrantes de la estructura criminal, que realizaban actos delictivos de extorsión a las rutas de buses de los barrios La Floresta y San Javier, así como a los buses alimentadores del metro. Con dicha práctica recolectaban el dinero a través de intimidación a los conductores con amenazas de muerte.
“Pocho” también hacía parte del cartel de los delincuentes más buscados del Valle de Aburrá y presenta antecedentes por los delitos de extorsión, amenazas, secuestro extorsivo agravado por tortura física y violencia sexual, fuga de presos, desplazamiento forzado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas de fuego.
En su historial, informo la Policía, fue condenado por concierto para delinquir en el año 2011 y capturado y condenado por el delito de porte ilegal de armas de fuego en el año 2000.