La tienda que le fía a medio barrio El Concejo, en el corregimiento de Altavista, se salvó por centímetros del paso de la borrasca. Un deslizamiento abrió un boquete en la vía que soporta el negocio y, además, el constante flujo de lodo amenaza a 500 casas.
El tendero, que sabe al detalle la deuda de cada uno de sus vecinos, es Antonio Restrepo. Su historia, dice, es la de los retornos: vivió 16 años en El Concejo y se ganó la confianza del barrio. Por un impulso familiar, dejó estas tierras y se instaló en el Meta.
Pero esa travesía duró poco, según Antonio. El negocio, en los llanos, no prosperó. Tras volver a Altavista se endeudó para surtir la tienda y pagar un nuevo arriendo. Un desalojo, por la emergencia que allí se vive, sería un golpe certero.
Sin la calle no llegan los camiones con el surtido, los niños se ven en aprietos para ir a la escuela y quienes tienen movilidad reducida se enfrentan a pendientes interminables. Pero la evacuación, por alto riesgo, es la idea que martilla con más fuerza en la cabeza de Antonio y otro resto. A los que le fía.
Lo que la creciente dejó
Una creciente súbita, por cuenta de un aguacero de casi tres horas el pasado sábado, es la responsable de esta situación. Antonio, quien tiene 60 años, recuerda esa noche como pocas, pues la lluvia revivió dos emergencias vividas hace varios años.
Hacia las 9:00 de la noche de ese día se vino una especie de avalancha, dice el tendero. “En un instante teníamos un barranco en la puerta del negocio. Echamos mano de escobas y luchamos para que el lodo no pudiera entrarse”.
Ese relato lo complementa Yenifer Cardona, líder del mismo barrio, quien precisa que el desprendimiento se dio del lado derecho de la montaña en la que está trepado el barrio. “Ya se vino un alud, pero hay más material retenido que podría desprenderse en cualquier momento”.
Aunque hace ocho días Antonio libró el combate contra un desastre, esa pelea sigue sin ganarse. La casa en la que vive y trabaja es una de las 40 levantadas al pie del caño El Concejo y hoy tiene recomendación de evacuación por alto riesgo. Por allí no para de correr tierra y lodo, mientras una quebrada reclama el espacio que le han hurtado.
Una situación neurálgica
El episodio que vivió Antonio fue solo uno de los desprendimientos. Más abajo, un parqueadero se salvó, por poco, porque un carro le restó fuerza y evitó que el zinc y las mallas del lugar se fueran abajo, cuenta un vecino.
La estructura, según otros líderes, también recibió recomendación de evacuación. Lo que concluye Sara Loaiza, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Concejo, es que ha faltado apoyo. “Ninguna administración ha hecho un control efectivo: la gente tira escombros y construye en la ladera”.
Esa situación, sumada al invierno, ha hecho que El Plan, Filo Seco, el Morro y El Concejo 1 y 2 —sectores de la zona— no se libren de estas emergencias. Yenifer dice que, hace una década, un deslizamiento costó varias vidas en Aguas Frías y, hace siete, otro aquejó la esquina donde vive Antonio.
Este y sus vecinos claman para que la administración asuma una intervención técnica que los ponga a salvo, y que así el invierno y la quebrada que reclama espacio no se lleve la tienda que le fía a medio barrio
200
personas están en riesgo directo ante nueva emergencia en El Concejo.