Un diluvio de quejas y reproches le ha caído al Metro de Medellín desde el año pasado. Demoras en el servicio, filas interminables y dificultad para recargar la tarjeta Cívica son algunas de las lamentaciones de los usuarios. Es tanto así que Sintrametro, el sindicato de la compañía, se pronunció al respecto: “Es humillante lo que a diario viven los usuarios del Sistema Metro, quienes se han quejado de largas filas, las máquinas de recarga fuera de servicio y las recargas virtuales no suben al sistema”.
Las inconformidades anteriores tienen su raíz en la pandemia. Cuando comenzó la cuarentena, en marzo del año pasado, la empresa se vio en la obligación de clausurar varias de sus taquillas. De los 70 puntos de venta en las estaciones, 18 fueron cerrados. La recuperación ha sido lenta. Hoy, ocho de las taquillas permanecen cerradas: Niquía sur, Acevedo sur, Prado sur, Parque Berrío sur, Alpujarra sur, Cisneros occidente, Estadio occidente, San Javier Oriente.
El cierre de las taquillas obedece, según el Metro, a una razón más profunda. Jaime Andrés Ortiz, coordinador de Procesos de la Gerencia Social y de Servicio al Cliente de la compañía, advierte que el sistema masivo dejó de percibir el año pasado $ 376.000 millones. Y las cuentas no son mucho más alentadoras para 2021: la cifra se situará en
$ 350.000 millones. Esto se explica en la baja de usuarios. Mientras en 2020, antes de la pandemia, el metro movilizaba 1.205.000 personas en un día típico laboral, hoy, a pesar de que el aforo permitido es del 70 %, por el sistema están pasando 650.000 usuarios cada día.
Ortiz señala que, ante esta situación económica, los cierres de las taquillas y el recorte en los horarios han permitido ahorrar plata a la empresa. “Con los cierres y los horarios estamos ahorrando costos fijos como el desplazamiento del personal. Esto nos puede representar, en el año, un ahorro de entre $ 1.000 y $ 1.300 millones”, expresa el funcionario.
Y añade que, además de ese ahorro, la empresa tuvo que prescindir de varios proyectos que tenían pensados para este año: “Reducimos la ampliación del cabezote de una estación, un puente que íbamos a hacer. Fueron, en total, $ 120.000 millones los que tuvimos que reducir en esta crisis”.
El otro tema que ha recibido críticas por parte de los usuarios es el recorte en los horarios de atención en las taquillas. Antes de la pandemia, estas funcionaban de 4:30 am hasta las 11:00 pm, en semana; en domingos y festivos, desde las 5:00 am hasta las 10:00 de la noche. Hoy, la atención sigue comenzando a las 4:30 de la mañana, pero finaliza a las 7:45 de la noche. Es decir, se están cerrando los puntos de venta 3 horas y 15 minutos más temprano.