Al mediodía del pasado miércoles, en cercanías del Mall del Este de el Poblado, otro vehículo de Uber fue agredido por taxistas que amenazaron al conductor y pintaron el vehículo con pintura en aerosol.
Según confirmó Cristina Villarreal, vocera de Uber, el conductor fue amenazado con armas blancas. “Por fortuna no le pasó nada al conductor, pero el vehículo sí fue rayado”, señaló.
Este se convierte en el tercer ataque contra los conductores de esa plataforma en la ciudad. Los otros dos ocurrieron en la madrugada del pasado viernes, en el barrio La Floresta, y el martes en el sector de La Minorista.
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En todos los casos, las víctimas describieron un accionar similar: amenazas, maltrato verbal, uso de pintura y la reiteración de que sus operativos para “desterrarlos” continuarán.
Según Villarreal, en lo corrido del año ya son 50 los conductores agredidos en Bogotá, Medellín y Barranquilla y por eso iniciaron una campaña para animar a los usuarios, conductores y testigos de las agresiones a denunciar. “La vía le pertenece a los ciudadanos, y derecho a la libre movilidad y a generar un ingreso digno están protegidos por la constitución. Por eso invitamos a que la gente divulgue fotos y videos de esas agresiones y mencione a la Policía, con la etiqueta #RespetenMiCiudad”.
La vocera agregó que a pesar de que las agresiones son constantes, por miedo muchas de las víctimas no denuncian y aclaró que la empresa dispuso de una línea de emergencias en la que prestan asesoría en seguridad y asuntos jurídicos a los conductores.
Hasta el momento no ha habido respuesta de las autoridades sobre las agresiones.
Intimidaciones
Alberto, otro conductor activo de la plataforma, le contó a EL COLOMBIANO que las amenazas de taxistas se han vuelto más comunes. “Esta semana recogí a dos extranjeros en un hotel de El Poblado. De inmediato se me vinieron encima tres taxistas diciendo que yo les estaba quitando el trabajo y que me abriera, que me iban a dañar el carro.Como soy escolta, supe cómo defenderme y les mostré un carnet que tengo de la Cuarta Brigada, eso los calmó”, narró.
Alberto manifestó que siente amenazada su vida: “ya a los hoteles es mejor no venir porque lo terminan matando a uno por 30 mil pesos”, agregó.