Sucedió hace 70 años
1945

La Higiene en Medellín

Las condiciones higiénicas de Medellín son deplorables.  Las lagunas con aguas descompuestas abundan a la orilla del río y el paludismo azota implacablemente a los habitantes de los barrios adyacentes.  Una prueba del abandono inaudito en el que se tiene a la ciudad es la presencia de fiebre perniciosa.  Las autoridades de higiene han entendido que cumplen con su deber y protegen a la sociedad con los murales preventivos para que se hierva el agua, la leche y las hortalizas.  A pesar de las medidas recomendadas por las autoridades, en los hoteles, restaurantes, cafés y cantinas se sigue suministrando agua cruda, agua del acueducto.

Y los comestibles se envuelven, también a pesar de las autoridades, en papeles manoseados que los tenderos habitualmente guardan, si puede denominarse así, bajo el mostrador, sobre el suelo, entre la basura y el polvo.   Constantemente la prensa informa sobre estados de intoxicación por la mala clase de alimentos que se venden en las pulperías y graneros: sardinas alteradas, quesos descompuestos, etc.  Y es que la politiquería ha estrechado los límites de acción de organismos que deberían conservarse aparte de la política. O reaccionamos valientemente o perecemos.  Médicos ilustres se hacen cruces ante el inaudito abandono en que se encuentra Medellín, pero por temor no se atreven a decir absolutamente nada ante el público, lo que entre nosotros es muy razonable, de verse vilipendiados y llamados enemigos del gobierno y furibundos oposicionistas.