Colombia internacional: ¿mito o realidad?

Hace dos décadas Colombia dio inicio a su “Apertura Económica”. Después de 20 años, hay suficientes argumentos para preguntarnos hacia dónde nos ha llevado esta “internacionalización” de la economía colombiana.

Hay razones para preocuparse. La apuesta de nuestra internacionalización se apoya en doctrinas que predican: apertura de nuevos mercados, generación de valor agregado, innovación y desarrollo. Pero hoy, la economía colombiana sigue enfrentando retos fundamentales que fueron planteados a finales del siglo pasado. Veamos:

  1. Diversificación de oferta exportadora.

Según estas cifras de DANE y DIAN, citadas por el Ministerio de Hacienda, las exportaciones manufactureras colombianas han tenido un mal desempeño desde mediados de 2008. Según estos datos, sólo en el primer semestre de 2010, las exportaciones manufactureras habrían caído casi 8%. Y la explicación es  muy simple: caída en las exportaciones a Venezuela.

                                       Gráfico diseñado por Minhacienda

En otras palabras, exceptuando el mercado venezolano, Colombia le exporta al mundo, fundamentalmente, materias primas. O sea, que en 20 años no hemos logrado una verdadera diversificación de nuestra oferta exportadora y, por ello, una crisis binacional se traduce en caídas tan representativas.

Si nos comparamos con Chile, podríamos darnos cuenta que la internacionalización va mucho más allá de una firma de TLCs y de reducciones arancelarias.

Fuente: Presentación de Ricardo Ffrench Davis en la Universidad de Barcelona,
posgrado de Integración Económica.

Según este gráfico de Ffrench-Davis, Chile pasó de exportar cobre en los años setenta, a una diversificación que incluye exportaciones tradicionales diferentes a cobre y otras nuevas no tradicionales. Este gráfico indica que el cobre pasó de ser el doble de las demás exportaciones, a representar en la actualidad sólo una tercera parte del total.

2. Apertura de nuevos mercados

La realidad anterior se asocia a este nuevo criterio. Colombia depende en gran medida de las exportaciones a Estados Unidos y la Unión Europea. Nuestra presencia en Asia es mínima. Pero, la importancia de Venezuela es la más crítica ya que era, de lejos,  el principal mercado para nuestras manufacturas. Esto nos lleva a dos importantes conclusiones: no tenemos presencia significativa en Asia y no hemos diversificado de  manera importante nuestra oferta exportadora. Mientras las exportaciones totales superan los 30 mil millones de dólares al año, al Asia estaríamos exportando menos del 10%.

Las comparaciones son odiosas, reza el adagio popular, pero la capacidad chilena de diversificar su producción, ganando importancia los bienes con alto valor agregado, es una de las razones por las que podemos decir que el país austral no depende de ningún mercado en particular. En la actualidad, Japón compra el 14% de las exportaciones chilenas, mientras el resto de Asia compra otro tanto. Igualmente, América Latina representa para Chile más de un cuarto del total de sus exportaciones. El resto se lo reparten Europa y Norteamérica.

En otras palabras: Chile tiene una oferta diversificada para un mercado ampliado. No por casualidad los viñedos chilenos han entrado a las grandes ligas del mercado mundial de vinos, no sólo por la cantidad (60% de su producción se exporta) sino por la calidad de los mismos, además de las estrategias para mejorar canales y posicionar sus marcas. Tan sólo la casa Concha y Toro realiza exportaciones superiores a los 300 millones de dólares, y se encuentra entre los 20 mayores exportadores de vino en el mundo.

De ahí la pregunta con la que comenzamos el artículo. Es cuestionable que después de 20 años de apertura económica, Colombia siga dependiendo de las exportaciones mineras y de agricultura exótica. Estas dos décadas no han sembrado de manera significativa una manufactura de talla internacional. Hay excepciones pero, en general, nuestra industria aún no despega hacia los mercados mundiales.

2 comments

  1. ERASMO MUÑOZ   •  

    Que tal Giovanny

    Hablamos de internacionalización económica en Colombia, pero solo nos ha llegado en una vía, hasta antes de los noventa era extraño encontrar la cantidad de productos importados que hoy podemos ver en cualquier supermercado y hasta en una tienda de barrio, los chocolates extranjeros eran una novedad para nosotros, cuando solo teníamos la chocolatina Jet para compartir, hoy no pasa de ser algo común; pasa lo mismo con productos de mas alta gama como son los vehículos, la tecnologia, etc.

    El depegue de forma bilateral necesita de una inversión grande por parte del Estado en educación, que nos lleve a fortalecer nuestra investigación y desarrollo (tenemos muy bajas tasas de doctorados y pos-doctorados) hasta los niveles que dejemos de vender solo materias primas y artesanias.

    Erasmo Muñoz

    • Giovanny Cardona Montoya Giovanny Cardona Montoya   •     Autor

      Erasmo: es una clara conclusión de este tema. La internacionalización de nuestra economía no ha traido modernización del aparato productivo y diversificación de la producción. Seguimos dependiendo de la exportación de commodities.

      Y, como tú lo planteas, transformar el aparato productivo y para ello se necesita más formación en ingenierías, más maestrías, más doctorados para luego volcar este conocimiento al aparato productivo. He ahí, en gran medida, la explicación de nuestro atraso.

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