Ni el mensaje conciliador, ni las disculpas públicas del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, en nombre del Gobierno, pudieron contener la avalancha de indignación de los congresistas de la Alianza Verde, para salvar una nueva sesión de discusión de la reforma a la salud en la Cámara de Representantes. La plenaria de este jueves duró menos de una hora y tuvo que ser levantada otra vez por falta de quórum. En términos coloquiales, al tinto de la reforma le cayó vinagre verde.
La sesión estaba citada para las 10 de la mañana, pero solo tuvo el quórum necesario para empezar a las 11:24. La demora, sin embargo, no pareció ser por falta de opiniones, al contrario, todos querían opinar sobre el tinto entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe y las inoportunas declaraciones del ministro de Salud Guillermo Alfonso Jaramillo, que la noche anterior levantó ampolla, al afirmar que la posición de los congresistas de la Alianza Verde era contradictoria, porque por un lado tienen representación burocrática en instituciones importantes del país, como el Sena y el Icetex, y por el otro lado se la pasan haciendo oposición.
Luego la película se rodó igual que en plenarias anteriores. Primero, un grupo de representantes del partido Centro Democrático insistieron en que hasta que el Ministerio de Salud no presente el aval fiscal de la reforma cualquier debate debería ser aplazado.
Entre las voces de la oposición que primero saltaron al ruedo estuvo otra vez la del representante Andrés Forero. El congresista por Bogotá, insistió e insistió en aplazar el debate. “Quieren que votemos a ciegas”, dijo y aprovechó para lanzar un guiño interpartidista, al pedir que “otras bancadas como Cambio Radical que también han hecho oposición a la reforma deberían ser invitados a discutir las diferencias”.
Luis Miguel López, del Partido Conservador, fue más allá y le pidió al Gobierno que por “sensatez retire la reforma y aplace el debate”. Más o menos en esa línea estuvieron, entre otros, Piedad Correal y Luis Carlos Ochoa, del Partido Liberal. En la mitad salió Pedro Suárez, del Pacto Histórico, quien dijo que la oposición llevaba días repitiendo el mismo argumento, pero que “el aval fiscal no es jurídicamente necesario para iniciar el debate de la reforma”.
Cuando el presidente de la Cámara, Andrés Calle, más insistía en avanzar, la discusión volvió a tomar otro rumbo, el representante por Antioquia, Hernán Cadavid, alzó la voz y señaló que lo dicho por el ministro Jaramillo el día anterior era un delito. Luego la petición de aplazamiento fue sometida a votación y esta vez negada con 67 votos.
Y, entonces, llegó la avalancha de los Verdes. La representante Katherine Miranda dejó claro que “no discutirá más la reforma por falta de garantías”. Su compañera Catherine Juvinao dijo que las declaraciones de Jaramillo rompieron la confianza y que desde su Partido también habían pedido “todos los tintos, pero el presidente no escucha” e hizo un llamado a no ser maltratados más. A ellas se sumaron otros más.
Antes el Ministro del Interior dijo que las palabras de su compañero Jaramillo, la noche anterior, “no habían salido bien” y que “la relación del Gobierno con la Alianza Verde nunca ha sido transaccional”. Pero, el daño ya estaba hecho, antes de someter a votación el primer grupo de artículos del día (55, 56, 58, 66, 67, 69, 72 y 75), los verdes ya habían anunciado que dejarían la plenaria.
La tormenta
La tormenta entre el Gobierno y los Verdes estalló porque el ministro Jaramillo dijo puntualmente, al salir del encuentro en la Casa de Nariño entre el jefe de Estado y el expresidente Álvaro Uribe, que “uno no puede tener representación importante a través del Sena (Jorge Eduardo Londoño) o el Icetex (Mauricio Toro) y hacer oposición (...) Hay que asumir una posición clara, o sea está con el Gobierno o se está en oposición”.
Después, el Minsalud señaló que “el presidente (Gustavo Petro) es un muy generoso porque les permite a quienes están disfrutando del Gobierno hacer toda la oposición pese a que disfrutan de las posiciones en el alto Gobierno, las cuales se las hemos negado a nuestros propios militantes”.
Jaramillo no se refirió a ningún congresista verde en particular, pero entre quienes más le han hecho críticas a la reforma a la salud en esa colectividad están las representantes Katherine Miranda y Catherine Juvinao, que no tardaron en responder a los cuestionamientos.
Pero no solo ellas. La colectividad también cuestionó a Jaramillo a través de un comunicado. “Se equivoca el Ministro si cree que la participación en el gobierno es moneda de cambio por votos en el Congreso. No aceptamos su imposición ni la de nadie”. Y añadieron que su participación, “como lo hacemos en capitales y departamentos, se hace como contribución al buen gobierno”.
Los congresistas Miranda, Juvinao y Jota Pe Hernández, dieron a entender que el jefe de la cartera de Salud al parecer pretendía ejercer presiones a través de la burocracia.
Miranda le pidió al ministro de Salud que saque del Gobierno a todas las cuotas de la Alianza Verde y aseguró que la independencia que se traduzca en deliberación y en una votación a conciencia es el único camino que considera viable para su colectividad.
“Ministro (Jaramillo), con total tranquilidad, saque todo lo que huela a verde del Gobierno Nacional. En un país decente, democrático y que respeta la división de poderes, los votos en el Congreso se logran con argumentos, no por una simple representación en el Gobierno”, planteó Miranda.
Juvinao, por su lado, señaló que las declaraciones de Jaramillo son “temerarias y abusivas”, y respaldó a Miranda en su petición. “No se le chantajea con puestos para apoyar la reforma a la salud, nosotros pensamos en el país y votamos con criterio y responsabilidad. Le solicito por favor cortar de raíz cualquier tipo de relación burocrática que mi partido pueda tener con el Gobierno”, dijo la representante. Y Jota Pe Hernández publicó un comunicado en el que le pidió a la “Procuraduría que abra indagación preliminar al ministro de Salud y que se investigue a los congresistas que venden sus votos por mermelada”
El presidente Petro terció en la discusión pública y aseguró que su gobierno es verde “de verdad” y aclaró que no ve necesidad de sacar a las cuotas burocráticas que tiene la Alianza Verde. “No veo que haya que sacar lo que huela a verde de verdad. A lo que queda fuera del Gobierno en realidad no le interesa lo verde”, respondió en X (antes Twitter). De este modo el paso de la reforma a la salud parece estar más demorado de lo que muchos pensaban en el Gobierno.