Durante tres años, Alfredo Saade ha sido defensor acérrimo del Gobierno de Gustavo Petro. Algo que influyó actualmente para ser considerado y nombrado como jefe de gabinete de Presidencia.
Su llegada a tan alto cargo fue antecedida por haber sido un fiel promotor de campaña del presidente antes de que llegara a la Casa de Nariño. Al hacerlo, hizo énfasis en que era pastor, y predicó con vehemencia la idea de fomentar la libertad de culto. Sin embargo, ninguna organización cristiana lo reconoce como parte de su comunidad.
Ya en 2024, una carta de la Asociación de Ministerios del Evangelio (ADME), con personería jurídica del Ministerio del Interior, señalaba que Saade no tenía ningún reconocimiento como pastor en ningún municipio del país.
“La Asociación Internacional de Ministros del Evangelio en ningún momento reconoce al señor Saade como pastor, en atención a que revisando nuestros archivos de los últimos 15 años en ningún momento ha solicitado su registro o membresía de nuestra asociación. Por lo tanto, el referido señor en ningún momento puede abrogarse nuestra representación”, afirmó la ADME.
La organización también hizo énfasis en que no estaban de acuerdo con que Saade se identificara como vocero de los cristianos, y afirmaron que él no tenía ninguna influencia en su comunidad. Además, señalaron que no les parecía un interlocutor válido entre ellos y el Gobierno Nacional.
De hecho, César Llanos, presidente de la asociación, aseguró que conoció a Saade porque él se acercó a su comunidad para las elecciones de 2022, pidiendo apoyo de los cristianos.
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“La respuesta fue enfáticamente que no, no solamente porque el Pacto Histórico no está acorde a nuestro pensamiento de fe, sino porque Alfredo Saade no es pastor, Alfredo Saade no tiene ningún reconocimiento como pastor aquí dentro de ninguna iglesia. No hay ninguna iglesia que lo reconozca como pastor. Cuando yo le pregunté a él que por qué decía que era pastor, me dijo que el pastor José Satirio Dos Santos de Cúcuta era el que le había dicho que tenía que hacer todo lo que estaba haciendo y el que le había dado el aval como pastor. En Valledupar, Alfredo Saade no es pastor, no tiene ninguna congregación, no hay un solo pastor que lo avale como pastor”, señaló Llanos en un audio enviado a La FM.
Aunque Saade sí es cristiano, no es un líder de la comunidad. Otra de las personas que se pronunció el año pasado al respecto fue Clara Lucía Sandoval, concejal cristiana, quien aseguró: “Al referido señor jamás le hemos concedido vocería alguna, ni lo consideramos digno representante, o tan siquiera miembro, del sector social al que pertenecemos”.
Y añadió: “No tenemos noticias de que haya participado en los procesos de construcción y fortalecimiento que, durante décadas, hemos venido gestando en la sociedad y frente a los distintos gobiernos”.
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Ahora que llega a uno de los puestos más importantes del Gobierno (reemplazando a Armando Benedetti), fuentes de la Casa de Nariño el contaron a EL COLOMBIANO que el nombramiento los tomó por sorpresa y algunos no están de acuerdo con su llegada.
“Es un desastre. No se entiende esa decisión. Estamos viviendo la mejor victoria de este Gobierno (reforma laboral) orquestada por Benedetti y lo sacan así como si nada. Eso es un muy mal mensaje de pérdida de poder frente al país y sobre todo el Congreso”, dice bajo reserva un funcionario de Palacio.
Sin embargo, este no es su primer acercamiento a la política. Saade fue candidato al Senado en 2014 con el número 55 por Cambio Radical y, tras no ser elegido, en 2015 fue candidato a la Alcaldía de Valledupar con el lema “seguridad y orden”.
Su carrera política también ha estado envuelta en otras polémicas, como haber desafiado a las ramas del poder público afirmando que: “El exceso de democracia también perjudica al Gobierno Petro” y “mientras no se pongan los pantalones y cierren un medio de comunicación tradicional, seguirán mintiendo”, invitando a la censura de la prensa.
Incluso, antes de llegar a ser jefe de gabinete, el activista estaba buscando la presidencia. Este fue su mensaje de campaña: “Me comprometo contigo a que si me eliges presidente en el 2026 llamaré inmediatamente a una constituyente. No me dejaré manosear por el Congreso de la República. Levántate Colombia”.
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