Marlenne Orjuela, la fiscal que lidera la acusación contra Álvaro Uribe, pidió que el expresidente sea condenado por su aparente responsabilidad en los delitos de fraude procesal y soborno a testigos.
Este martes iniciaron los alegatos finales en los juzgados de Paloquemao en Bogotá. De entrada, la delegada del ente acusador afirmó que el dosier construido por la Fiscalía era suficiente para demostrar la culpabilidad del líder natural del Centro Democrático.
“La estructura probatoria desplegada en esta audiencia —como lo fueron declaraciones, interceptaciones legales, documentos, registros audiovisuales y el contexto fáctico integral— no solo ha superado con suficiencia el estándar de certeza, sino que ha dejado, sin asomo de duda, que el acusado ideó, promovió y respaldó una estrategia orientada a manipular el curso de la justicia penal”, afirmó la fiscal Orjuela.
Durante casi cinco meses, la defensa del exmandatario y la Fiscalía hicieron desfilar a 90 testigos. Ahora el proceso entró en su recta final, donde la última palabra la tendrá el despacho de Sandra Liliana Heredia, juez de conocimiento.
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El turno el martes fue para la fiscal quien insistió en que la supuesta estrategia del expresidente se basó en utilizar a terceros –como el abogado Diego Cadena– con el objetivo de lograr la retractación de testigos que venían entregando declaraciones que lo perjudicaban y lo vinculaban con el paramilitarismo. En el proceso, sin embargo, se demostró que hubo muchas contradicciones de esos testigos y señalamientos contra el senador Cepeda por haber ofrecido beneficios como protección, asilos y gastos a familiares.
La fiscal también argumentó que el testimonio de Juan Guillermo Monsalve, considerado como el testigo estrella, se ha “mantenido coherente”. Hasta el momento no se conoció una evidencia concluyente sobre la presunta responsabilidad del exmandatario.
“(Uribe Vélez) quería construir una narrativa exculpatoria que favoreciera sus intereses personales”, apuntó la fiscal.
Una de las pruebas que subrayó la Fiscalía fue una interceptación de una conversación telefónica entre el abogado Diego Cadena y el expresidente Uribe. Era 3 de abril de 2018.
En la conversación, el abogado manifiesta que Juan Guillermo Monsalve tenía planeado radicar una retractación ante la Corte Suprema de Justicia, pero que, a cambio, pedía acceder a aparentes beneficios. Cadena aseguró que podría ayudar al reo con una solicitud de revisión de la sentencia.
