“19 errores de ortografía en un post. ¿Qué podemos esperar de su capacidad como gobernante?”, con esas palabras, la senadora María Fernanda Cabal no solo criticó la manera de escribir del presidente Gustavo Petro, sino que puso en duda sus capacidades para ser jefe de Estado.
El tuit, que hoy alcanza más de 11.000 interacciones, también va acompañado de una captura de pantalla de un comentario del jefe de Estado en el que la senadora del Centro Democrático logró contabilizar casi 20 faltas de ortografía.
Casi todos son errores de digitación, comas sin poner y signos mal puestos. Dentro del tuit de Petro se encuentran palabras como “declaracaciones”, “orgnizaron”, “dd” y “despretigio”, entre otros términos que estaban sin tilde o mal escritos.
Lo cierto es que esta no es la primera vez que el presidente Gustavo Petro deja ver un aparente afán o descuido a la hora de usar sus redes sociales.
Se ha vuelto costumbre que sus tuits contengan una buena cantidad de errores y hasta información manipulada o con noticias falsas.
Pese a eso, una buena parte de los cibernautas le reclamaron a Cabal por fijarse en ese tipo de detalles que “a la hora de la verdad, no nos quitan ni nos dan nada. Debería mejor concentrarse en lo importante”, como le respondió uno de los tuiteros.
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No obstante, muchos otros también apoyaron a Cabal y aseguraron que el jefe de Estado debería cuidar mucho más su imagen digital “teniendo en cuenta que es el máximo representante de los colombianos y que usa ese canal como un medio de comunicación oficial por donde anuncia cosas importantes de su Gobierno y del país”, justificó otra persona.
Lo cierto es que al presidente parece preocuparle poco su uso “descuidado” de Twitter. Según fuentes de la Casa de Nariño bastantes cercanas a él, Petro no ha querido soltar su uso de Twitter –ahora bautizada como X– porque considera que es la red en la que más puede escribir sus pensamientos y opiniones e, incluso, lanzar puyas contra sus adversarios políticos.
Por ahora, el jefe de Estado no le ha respondido a María Fernanda Cabal. Sin embargo, es evidente que entre ambos existe una enemistad de vieja data porque están en orillas políticas totalmente opuestas.
El único punto que los une, y que de hecho ha puesto en bastantes aprietos a la senadora uribista, es que su esposo, José Félix Lafaurie, es actual negociador del Gobierno Petro con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN.
La escena ha sido tan polémica, que Cabal dijo hace un par de días que esos movimientos de Lafaurie “están afectando a la familia y a mi carrera política”.
Cabal, que es una de las principales voces de la oposición al Gobierno Petro, ha planteado que podría lanzarse a las próximas elecciones presidenciales de 2026, de ahí que también esté pendiente de cada movimiento del jefe de Estado.
