En lugar de zanjar el debate, la aprobación en el Congreso del la ley que permite la aplicación de cadena perpetua para abusadores de menores de edad alimentó la discusión sobre la constitucionalidad de la medida y sus implicaciones para los derechos humanos.
A esas mismas cuestiones se han enfrentado gobiernos y legisladores alrededor del mundo. ¿Cómo se aplica la cadena perpetua en otros países y cuál es su panorama? Un informe de la ONG Reforma Penal Internacional destaca varias particularidades.
La organización con sede en Países Bajos, pero que hace 31 años trabaja por lograr sistemas de justicia criminal que respeten los derechos humanos, sintetiza que, además de Colombia, la cadena perpetua es legal en 183 países, un número que se ha ido incrementando paulatinamente “y las condiciones varían en cada uno de ellos”.
Para poner el tema en perspectiva, la ONG compara la evolución de condenas entre 2000 y 2014. Al inicio de ese período, 261.000 personas en todo el mundo cumplían sentencias de cadena perpetua, mientras que en 2014 la cifra alcanzaba 479.000, lo que representa un incremento cercano al 84 %.
Explica el organismo que, dependiendo de las leyes de cada Estado, la cadena perpetua “puede significar encarcelamiento hasta la muerte natural del condenado, sin posibilidad de liberación; una sentencia por un número mínimo de años, al cabo de los cuales el prisionero puede ser tenido en cuenta para obtener libertad, pero ésta nunca se le concede en la práctica; o una sentencia de larga duración por un determinado número de años, luego de los cuales el preso es liberado con o sin restricciones adicionales”.
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Según dichos datos, 144 países tienen disposiciones que admiten la libertad condicional, convirtiendo ésta en la modalidad más común de cadena perpetua, mientras que en 65 estados no hay posibilidad alguna de que el condenado obtenga libertad condicional.
Países como Bulgaria, Estonia, Kenia, Suecia, Turquía y Ucrania, no admiten que el sentenciado a cadena perpetua sea liberado bajo ninguna circunstancia. Mientras que en el Reino Unido, por ejemplo, esto ocurre únicamente en Inglaterra y Gales, pero en Escocia e Irlanda del Norte las disposiciones tienen cierto grado de flexibilidad.
En Vietnam, de otro lado, luego de un máximo de 30 años en prisión, el condenado puede obtener amnistía; y en países como Bulgaria y Suecia, el preso puede hacer una petición de perdón al gobierno.
El caso de Estados Unidos es particular debido a su sistema federal de administración pública. Aunque la cadena perpetua es válida como sanción penal en todos sus estados, la concesión de libertad condicional ha ido aumentando. La ONG destaca un incremento del 328 % de esta medida entre 1992 y 2016.
Finalmente, Estados Unidos sigue siendo el país del mundo con mayor número de condenados a cadena perpetua por cada 100.000 habitantes, con una tasa de 50,3; seguido por Sudáfrica, con una tasa de 22,7 y el Reino Unido, con una tasa de 13,4.