Con un meneo constante de lado a lado con la cabeza, el abogado Jaime Granados fue rechazando uno a uno los argumentos de la Fiscalía, que pidió a la juez 44 de Conocimiento condenar al expresidente Álvaro Uribe por soborno a testigos y fraude procesal.
Sus gestos no eran otra cosa que un repelo claro. Granados dice tener en sus manos las pruebas suficientes para demostrar que el exmandatario no cometió ninguno de los tres delitos que le imputó la Fiscalía. Esa fue su actitud durante todo el día y medio en el que la fiscal delegada, Marlenne Orjuela, expuso su solicitud de condena, respaldada en testimonios, interceptaciones y material documental.
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Sin hablar, el defensor dejó claro que no comparte ni una sola línea de la narrativa de la Fiscalía. Anteriormente, ha dicho que este caso no es más que un intento fallido por enredar al expresidente en hechos que, asegura, no cometió.
La expectativa ahora se centra en la postura que adoptará la Procuraduría, que deberá definir si respalda la solicitud de condena contra Álvaro Uribe o si, por el contrario, pide su absolución. Su intervención es clave y podría inclinar el peso del proceso en uno u otro sentido. Se espera que este mismo jueves presente sus alegatos finales.
Alegatos de la Fiscalía
Durante el segundo día de presentación de alegatos, la Fiscalía desglosó uno a uno los testimonios que, a su juicio, prueban que Álvaro Uribe supuestamente habría dado instrucciones directas a su abogado, Diego Cadena, para ofrecer beneficios a personas privadas de la libertad a cambio de falsos testimonios.
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Las versiones, supuestamente compradas, apuntaban en dos direcciones. Negar cualquier vínculo del expresidente con grupos paramilitares y, al mismo tiempo, señalar al senador Iván Cepeda como el artífice de una supuesta manipulación judicial en su contra.
Uno de los puntos centrales de la intervención de la fiscal delegada Marlene Orjuela fue el cuestionamiento a las cartas de los exparamilitares conocidos como “los tres de Cómbita”: Giovanni Cadavid, Máximo Cuesta y Elmo Mármol.
Se trata de tres misivas enviadas años atrás a la Corte Suprema de Justicia en las que aseguraban que Cepeda les había ofrecido prebendas a cambio de declarar contra Uribe. Según la Fiscalía, las cartas no fueron redactadas de forma libre ni auténtica.
Al referirse al episodio relacionado con el abogado, Diego Cadena, la fiscal aseguró que está probado que a través de él, Uribe habría facilitado recursos para financiar la construcción de esos testimonios.
Por eso, volvió a pedirle al juzgado una sentencia condenatoria. “Todas las pruebas ingresadas por la Fiscalía cumplieron con ese rito de legalidad y, con base en ellas, y en el estudio que le corresponde a usted como administradora de justicia, la Fiscalía General de la Nación considera que ha cumplido con el deber de probar que debe emitirse un sentido de fallo condenatorio en este caso”, concluyó Orjuela.
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En la misma línea se pronunciaron los representantes de las víctimas. La vocería la tomó el abogado Reinaldo Villalba, defensor del senador Iván Cepeda. Afirmó, entre otras cosas, que el expresidente supuestamente abusó de la admiración que Cadena le profesaba para inducirlo a cometer el delito de soborno a testigos. “Cadena dijo aquí en este estrado: “Ser abogado del presidente Álvaro Uribe Vélez ha sido el honor más grande de mi vida”. Eso dijo Cadena aquí en este estrado. En otras palabras, Cadena tenía una serie de predisposición a los deseos de su determinador. Y Uribe lo sabía, Y se aprovechó de ello. Así mismo lo animaba constantemente a realizar la conducta. Incluso descalificando para ello a los abogados que lo representan públicamente”, afirmó Villalba al pedir que el expresidente sea condenado.
