A través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba ratificó su posición frente al pedido de extradición hecho por Colombia para enviar de vuelta a los miembros del Eln que conforman la delegación negociadora de paz de esa guerrilla.
“Cuba cumplirá rigurosamente su obligación, como garante y sede del diálogo de paz, la garantía del retorno seguro de la delegación del Eln, establecida en el Protocolo de Ruptura de esa negociación (...) junto a seis Estados, el 5 de abril de 2016”, apostilló la cancillería de la isla.
Como conoce el Gobierno de Colombia -según añadió el comunicado- esta postura cuenta con el respaldo de la comunidad internacional, que ha hecho gestiones directas en defensa de su aplicación.
“Nuestro país -señaló el Ministerio- mantendrá invariable su actuación rigurosa y discreta, apegada firmemente a los principios y demostrada durante décadas de participación en esfuerzos de paz en Colombia”.
En línea con su postura como mediador, Cuba dijo reafirmar su voluntad de continuar cooperando en la búsqueda de una solución negociada al conflicto armado colombiano.
Entretanto, en la misma comunicación dejó entrever algún disgusto por la actuación del Gobierno colombiano frente al manejo dado a la alerta entregada el pasado lunes 8 de febrero sobre un supuesto atentado que planeaba perpetrar el Eln.
“Observamos con sorpresa que un asunto de seguridad, de la mayor sensibilidad, tratado con la mayor discreción y urgencia por parte de nuestro país, fuera entregado inmediatamente en manos a los medios de comunicación”, sostuvo la cancillería.
Con respecto a este tema, la cartera diplomática de la isla se quejó aduciendo que el Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, en una declaración a la prensa, había utilizado esta información como pretexto para atacar a Cuba bajo supuestos mendaces, con la hostilidad y el enfoque habituales que sólo tienden a alimentar las diferencias entre ambos gobiernos.