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Además de causar cambios abruptos en las dinámicas sociales, económicas y culturales, solo en Colombia la pandemia de la covid-19 ha ocasionado la muerte de más de 50.000 personas.
Esta cifra de fallecidos por cuenta del virus la alcanzó el país el pasado jueves 21 de enero, de acuerdo con los registros diarios entregados por el Ministerio de Salud, que además indican que en total han muerto 39.538 personas mayores de 60 años de edad.
Si bien la Organización Panamericana de la Salud (OPS) asegura que toda la población está expuesta a contraer el virus, en términos de salud pública se ha mostrado preocupación por los adultos mayores, pues son quienes tienen más probabilidad de sufrir consecuencias graves en caso de infectarse.
En este contexto, EL COLOMBIANO tuvo acceso a documentos públicos en los que se recopilan las cifras oficiales más recientes sobre la población de adultos mayores en el país, grupo que hace parte de las primeras dos etapas de vacunación contra el virus, debido a que se le considera como el más vulnerable de todos.
De acuerdo a estos datos gubernamentales, recopilados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y conocidos a través del ministerio de Salud por este diario, a corte del año 2020 en el territorio colombiano hay 6.808.641 personas mayores de 60 años, correspondientes al 13 % del total de la población. Entre esta cifra predomina el número de mujeres (3.742.501) sobre el de hombres (3.066.140).
En la nueva normalidad que ha impuesto la pandemia esa no es una cifra menor, pues representa el total de personas en Colombia, en rangos de edad, que más vulnerabilidad tiene frente a un contagio de la covid-19, y este medio conoció la distribución de esa población en las regiones.
El ranking de territorios con más adultos mayores en Colombia (ver Gráfico) lo lidera la ciudad de Bogotá con 1.058.209 personas, luego están Antioquia (966.727), Valle del Cauca (716.819), Cundinamarca (434.486), Atlántico (331.149), Santander (329.771), Bolívar (258.560), Córdoba (234.513), Tolima (230.048) y Nariño (229.212).
En la lista les siguen los departamentos de Boyacá (204.869), Cauca (196.561), Norte de Santander (192.999), Caldas (190.418), Risaralda (171.320), Magdalena (156.645), Huila (140.574), Cesar (122.752), Meta (122.257), Sucre (119.896), Quindío (106.427) y La Guajira (72.771).
Además, este grupo de adultos mayores lo completan Chocó (49.578), Caquetá (39.975), Casanare (38.146), Putumayo (34.309), Arauca (25.530), el Archipiélago de San Andrés y Providencia (8.620), Guaviare (7.313), Vichada (6.572), Amazonas (5.915), Guainía (2.984) y Vaupés (2.716).
En cuanto al panorama del territorio antioqueño, de las 966.727 personas en estos registros 546.575 son mujeres y 420.152 son hombres, liderando el listado de los municipios Medellín (393.718), seguido por Bello (69.709), Envigado (48.688), Itagüí (44.866), Rionegro (22.021), Sabaneta (13.585), Caldas (13.514), Copacabana (12.739), La Estrella (11.070) y La Ceja (10.519).
Además del concepto de organizaciones como la OPS, las cifras más recientes entregadas por Minsalud reflejan la fragilidad de los adultos mayores, pues de los 50.586 fallecidos registrados al 22 de enero de 2021, 39.538 son mayores de 60 años, mientras que 140 están entre los 0 y 19 años, y 10.908 entre los 20 y 59 años.
Por otra parte, en el terreno de los 198.7418 casos confirmados a esa fecha, 308.082 son de personas de la tercera edad, mientras que, del total de 1.811.552 recuperados, hay 239.949 personas mayores de 60 años.
A pesar de que en Colombia las personas de ese grupo generacional son consideras como prioritarias en el proceso de vacunación (ver Cronología), no ocurre lo mismo en todo el mundo. Por ejemplo, en Indonesia se decidió vacunar primero a los jóvenes, considerando que son quienes propagan más fácilmente el virus.
Tras conocer esta propuesta del país asiático, en Colombia inició una discusión sobre la posible aplicación de la vacuna primero en los niños, jóvenes y adultos, para luego suministrársela a las personas de la tercera edad.
De tal magnitud fue la discusión que el Gobierno, a través de la cartera de salud, le salió al paso a los comentarios en los que se planteó como argumento que vacunar a los jóvenes primero sería una opción para reactivar, entre otras cosas, la economía y la educación, pero ¿qué tan viable es la propuesta en términos médicos?
Stella María Navarro, médica intensivista y magíster en Bioética, analizó la situación y planteó que no tendría cabida partiendo desde el concepto de salud pública, ya que “si se quiere generar un beneficio a toda la población, disminuyendo la mortalidad y los cierres, el objetivo debe ser tratar de reducir la ocupación de camas UCI, que las usan principalmente los que tienen más vulnerabilidad al contagiarse: los adultos mayores”.
En ese sentido, la especialista en terapia intensiva planteó que se deben tener en cuenta los lineamientos de las entidades médicas y bioéticas a nivel mundial para proteger con prioridad al grupo más vulnerable y cuidar así, paralelamente, los intereses de la mayoría de la población, evitando el colapso de los sistemas de salud.
Antes de terminar 2020, la OPS advirtió que los sistemas de salud en las Américas no estaban respondiendo de forma adecuada a las necesidades de los adultos mayores, por lo que hizo un llamado por la atención integral, considerando que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en estas regiones la mayor vulnerabilidad recae sobre los mayores de 70 años, seguidos por quienes están entre los 60 y 69 años.
Sobre la crisis hospitalaria, Jorge Posada, médico que hace parte de la Asociación Médica de Antioquia (Asmedas), hizo énfasis en que la reapertura segura solo se logrará descongestionando los servicios de salud y proporcionando los cuidados priorizados a los más desprotegidos.
“La mortalidad por grupos etáreos se multiplica en la medida en que la edad avanza. En ese sentido, en términos de la ética médica siendo los adultos mayores la población más vulnerable, se debe primar su protección, y garantizar que estén entre los primeros en el proceso de vacunación contra la covid-19”, explicó.
Desde el ámbito académico, Diego Rosselli, profesor de Epidemiología de la Universidad Javeriana, planteó que en términos éticos y por consenso de la mayoría de naciones, es prioritario atender a los adultos mayores y garantizar que, junto a los profesionales en salud, sean los primeros en recibir la vacuna contra la covid-19.
“Hay que considerar también que la saturación de las unidades de cuidado intensivo está dada principalmente por personas mayores de 60 años y otras menores con comorbilidades, y esa es otra de las razones para que la vacunación inicie con esas personas, que están saturando los sistemas de salud”, aseguró Rosselli.
Además, el académico consideró que, en términos logísticos, en Colombia será más adecuado vacunar a las personas de la tercera edad, ya que representan, según el Dane, el 13 % de la población total.
Frente a la discusión, el presidente Iván Duque aseguró recientemente en su programa Prevención y Acción que no dará el brazo a torcer en la vacunación prioritaria para los adultos mayores de 60 años, pues esta prelación cuenta con criterios bioéticos, científicos y jurídicos.
“Estos grupos se atienden en esa línea de prioridad, justamente para que la primera victoria que se logre con el plan de vacunación sea derrotar la letalidad”, apuntó.
Aunque independiente de la edad toda la población puede contagiarse, la OMS ha resaltado que los mayores de 60 años tienen más probabilidad de enfermarse gravemente si se infectan, pues estima que quienes tienen 80 años o más mueren a una tasa cinco veces mayor que la media.
Dicha organización considera que ese es un tema al que se debe prestar atención para garantizar la vida y salud de este grupo poblacional que estima se duplicará a nivel mundial en 2050, y prevé que para 2025 este grupo poblacional representará el 18,6 % de la población total de las Américas.
Los 6.808.641 adultos mayores que hay en Colombia son una muestra representativa de la población vulnerable, en términos de edad, que el Gobierno priorizará en las primeras dos etapas de la vacunación contra la covid-19, que se espera que inicie a partir de febrero, con la llegada de las primeras dosis para inmunización, gracias al mecanismo Covax