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La noche del pasado miércoles fue especial para David Murillo. Por primera vez escuchaba sus composiciones como parte de un largometraje. Y lo mejor, en una producción colombiana que participaba en uno de los festivales cinematográficos más importantes en el mundo: Sundance. En este festival, esa noche, se proyectaba por tercera vez “La Ciénaga, entre el mar y la tierra”, esctita y producida por Manolo Cruz y dirigida por Carlos del Castillo.
Pero aún así, con todo y la emoción que lo embargó durante esa noche, no podía descuidar su responsabilidad académica. Al día siguiente estaba ya a media mañana en una de sus clases habituales en Berklee College of Music, en Boston, en donde David adelanta sus estudios con doble titulación en música para cine y producción electrónica y diseño sonoro.
La composición de la música fue un proceso de cerca de un año, desde el momento en el que se enteró de la producción de la cinta, buscando por internet posibilidades, el contacto con su director, el desarrollo de la suite con la que presentó su idea musical, hasta esa bienvenida que le dieron a la producción en medio de un almuerzo con bendición incluida, el 13 de enero del año pasado.
“Desde un principio la música se concibió para el mundo. Era tener un concepto muy claro de la música y la instrumentación a usar. Se descartó cualquier uso de instrumentos electrónicos, porque era una película orgánica. Se usó la orquesta y se agregaron algunos instrumentos colombianos para que tuviera un aire, pero no como un concepto principal para la música”.
David siempre se apasionó con la música.
A los cinco años ya estaba en el Instituto Bellas Artes, primero estudiando piano, y luego percusión, “porque quería un instrumento con el que me sintiera más libre”. Más adelante, en la corporación Batuta con su profesor Alejandro Ruiz, se enfocó en la marimba. Hizo parte de la banda y la orquesta Batuta.
Y en sus épocas de bachillerato combinaba sus horas de estudio, con las jornadas extracurriculares del Centro de Educación Continua en Eafit para seguir con el piano y la marimba.
Incluso llegó hasta la Sinfónica de Antioquia, la Filarmónica de Medellín, la Sinfónica de Colombia y la Orquesta de Castilla y León, de España en varios montajes, interpretando a Mahler. Y todo esto sin haber salido del colegio.
La música seguía sonando, y al momento de graduarse del bachillerato en el Columbus School tenía claro que quería seguir por el camino de la música para cine, “no quería composición clásica”, ¿pero dónde?
Berklee fue la respuesta. Su orientación enfocada en el talento que tenga el aspirante en la interpretación del instrumento elegido, y la posibilidad de aplicar sin el requisito de mostrar alguna composición previa, como si lo exigían otras universidades, fueron factores que ayudaron en la decisión. “Yo tengo que irme a a ese lugar como sea”.
Su determinación fue el motor básico, y el apoyo de una beca otorgada por la universidad y financiada por el también compositor para cine, Howard Leslie Shore (autor de la música de “El Señor de los Anillos” o “El silencio de los inocentes”, entre otras).
Es una beca con renovación anual, que se otorga con base en el desempeño y la pasión que muestra el estudiante. El desarrollo de proyectos extracurriculares, las recomendaciones de profesores y de los jefes del departamento hacen parte del proceso, “es esencialmente por mérito que se puede ganar esta beca”.
Pero no fue la única puerta que buscó David para desarrollar sus estudios. Desde antes ya en Colombia comenzó la búsqueda de alternativas para cumplir con su meta.
En su búsqueda encontró que son muchas las becas que por falta de información, de conocimiento, o de un esfuerzo de los potenciales beneficiarios, se quedan sin ser utilizadas.
“Investiguen, si tanto les gusta, si tanto les apasiona, tomense el tiempo de buscar como llegar a esa meta”, enfatiza David Murillo.
No siempre la falta de recursos suficientes tiene que ser un obstáculo para estudiar lo que se quiere.
Comunicador social y periodista. Actualmente redactor de los temas de la industria automotriz nacional y global. Y también explorando temáticas de estilo de vida y turismo.