Si a la ingeniería, más allá de sus áreas específicas, hubiera que ponerle un apellido, ese sería innovación.
Lo dice el ingeniero civil Alberto Rojas, quien defiende que más allá del aprendizaje universitario específico de cada carrera, lo más importante en las aulas es sembrar la semilla de la innovación y del cambio, lo que se puede hacer desde cualquiera de las especialidades del amplio espectro de la ingeniería, desde la Química hasta la de Producción.
Explica Elizabeth Flórez, jefa del programa de Ingeniería de Materiales de la Universidad de Medellín, por ejemplo, que es precisamente esa innovación en la que se enfoca este programa abierto recientemente en dicho institución de educación superior.
“Lo que buscamos es mejorar los materiales, bien para que sean más eficientes, menos costosos o más amigables con el medio ambiente, por ejemplo”.
Otra profesional que habla de esa mirada innovadora y de futuro es Carolina Villa. Graduada de Ingeniería de Procesos de Eafit, ahora trabaja para una multinacional que crea productos para las necesidades del mañana.
“Si una empresa no se adelanta al mercado en un par de años y empieza a crear las cosas que se volverán necesarias, va a llegar tarde porque los desarrollos toman tiempo”, le dijo a la agencia de noticias de Eafit .