El más reciente censo de la población carcelaria en el país revela que el hacinamiento es del 53.58%, es decir un 2.58% más que el reporte entregado en junio pasado por el director del Inpec, general William Ruiz, durante el balance de sus primeros 100 días en el cargo.
En cifras, el conteo de los presos en el país ya se ubica en 123.434 (tanto hombres como mujeres), sin embargo, el país solo tiene 80.373 cupos carcelarios. Es decir, que hay 40.361 reos de más.
El aumento es más alarmante si se tiene en cuenta que en enero de este año, la entonces ministra de Justicia, Gloria María Borrero, dijo desde la cárcel Modelo de Bogotá, que la sobrepoblación en las penitenciarías era del 49%, lo que equivale a que en el primer semestre de este año se ha incrementado en 4.58%.
Esto significa que la situación de derechos humanos de los reclusos continúa siendo crítica como en varias oportunidades lo ha denunciado tanto la Defensoría como la Procuraduría.
El hacinamiento fue uno de los puntos que tuvo en cuenta la Comisión asesora de política criminal para recomendarle al Gobierno que no insistiera en la medida de prisión perpetua para quienes cometan delitos en contra de los menores de edad.
Advierte la Comisión que de instaurarse esta medida en el país sería menester la construcción de nuevas penitenciarias o aumentar la infraestructura en las ya existentes, sin embargo, dicen los expertos que el costo promedio de construcción de un cupo carcelario asciende a $120’218.981.
