A 12 días del 1 de diciembre, históricamente asociado a la alborada que le da la bienvenida al final de año en regiones como Antioquia, el llamado es uno solo: evitar el uso de pólvora y pirotecnia, pues solo el año pasado en el departamento se reportaron nueve quemados este día, cuatro casos más que en 2018, según la Secretaría Departamental de Salud.
En Colombia, según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), entre 2007 y 2019 se reportaron 13.361 personas con algún tipo de lesión al manipular estos elementos, entre las que se destacan afecciones como quemaduras, laceraciones o amputaciones.
Al revisar cuáles son las regiones más afectadas, se encuentra que el 48 % de los casos se concentra en Antioquia, Valle del Cauca, Nariño, Cauca y Bogotá (ver infografía).
En lo que va de 2020, la Secretaría de Salud de Antioquia ya reporta 66 quemados por manipulación, fabricación, almacenamiento, transporte o comercialización de elementos con pólvora. Hace un año, en los primeros 11 meses, iban 54 afectados.
Y en retrospectiva, los periodos que más quemados reportaron en el país fueron la temporada diciembre de 2011 y enero de 2012, con 1.006 casos, seguido de la temporada 2014-2015, que sumó 959, según datos del INS.
José Norman Salazar, director del Centro de Derecho Médico en el Eje Cafetero, sostiene que ahora que ya se superó la mitad de noviembre, cualquier esfuerzo adicional en cuanto a prevención “se verá opacado por la pandemia”.
Su reflexión se basa en que “lo que está pasando nos evidencia que estamos llegando tarde a las campañas que se debieron haber tenido con anticipación”. Además, agrega Salazar, hay ciudades como Medellín, “donde está la cultura de la alborada, en la que estos elementos se ven como algo recreativo, que terminan provocando tristezas”.
Actualmente, en el Congreso está quieto un proyecto de ley que busca regular la fabricación y venta de pólvora en el país. Katherine Miranda, quien lo impulsa, recuerda que en la legislatura pasada se hundió por falta de debates, lo volvió a presentar en esta y ya pasó en Cámara, pero aún no ha sido debatido en Senado.
La congresista señala que no se busca prohibir “porque conocimos la cantidad de familias que viven del negocio, pero necesitamos la regulación para disminuir la cantidad de quemados y animales afectados”.
¿Llegan tarde?
Ulahy Beltrán López, médico cirujano y miembro de la Federación Médica Colombiana, sostiene que tanto las entidades de gobierno como las médicas y sociales deben impulsar campañas de prevención que funcionen como alertas tempranas.
Su mensaje se enfoca en que por lo regular estas tareas se dejan para diciembre, lo cual no es tan efectivo. “A la gente se le olvida que hay que sensibilizar para que así haya un cambio real en el comportamiento”, asegura Beltrán.
Hasta el momento ni el Ministerio de Salud ni el INS ni el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) han presentado oficialmente sus campañas, aunque se harán públicas entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre, según pudo establecer este diario.
En 2019, la campaña del Minsalud y el INS fue presentada el 28 de noviembre, mientras que la del Icbf, desde Medellín, el 29. “Ya estamos publicando comerciales en canales nacionales”, señala la oficina de prensa del Ministerio de Salud.
Sin embargo, hay entidades territoriales que ya anunciaron campañas, como en Antioquia y Valle. La secretaria de Salud, Lina Bustamante, asegura que “ya estamos quedados”. Con esta advertencia, la tarea se enfoca en activar la campaña “Por ti, por ellos, mejor sin pólvora”, con el objetivo de fortalecer la prevención y el cambio de comportamientos.
En Medellín, el alcalde Daniel Quintero, ayer durante la presentación de la campaña “Huellatón”, aseguró que en medio de la pandemia la sociedad aprendió “la importancia de las pequeñas acciones”. Por ello, indica, “como padre y alcalde Medellín quiero pedirles a los ciudadanos que busquemos otras formas de celebrar y llevar nuestros rituales”.
Valle dio un primer paso el pasado 2 de noviembre, pese a que aún no hay campaña oficial. La secretaria de Salud, María Cristina Lesmes, invitó a los ciudadanos para que eviten quemar pólvora esta temporada: “La plata que van a quemar, regálenla a miles de niños que están y pertenecen a familias en condiciones muy lamentables”.
En el Atlántico, donde tampoco hay una campaña oficial en marcha, la gobernadora, Elsa Noguera, el pasado 5 de noviembre hizo un llamado para que se incrementen la vigilancia y los controles al expendio de pólvora durante la temporada de fin de año: “No queremos quemados como en años anteriores, especialmente niños”. Hay que recordar que la advertencia se dio luego de que un niño de 10 años se quemó con un tote en el municipio de Galapa.
En el caso de Bogotá, el Instituto Distrital de las Artes (Idartes) informó a finales de octubre que en los festejos de la temporada no habrá pólvora ni pirotecnia.
El objetivo de esta decisión es no afectar a las personas en condiciones especiales ni a los animales, como respuesta a una petición radicada por 30 concejales, la cual fue respaldada con 10.750 firmas, que buscaban esta medida.
Los riesgos
Como se dijo inicialmente, los riesgos se enfocan en quemaduras, desmembraciones e incluso la muerte, como la de Miguel Ángel Devia, de 25 años, quien falleció el 24 de diciembre del año pasado. En ese momento, Sandra Torres, secretaria de Salud del Tolima, aseguró que a Devia le “explotó un paquete con mechas que llevaba bajo el brazo”.
Theider Jovani Serna Jiménez, coordinador de Urgencias de la Clínica Bolivariana, para plantear los riesgos hace una analogía de la canción de Pastor López que dice “eres muy bonita, pero mentirosa”. En este caso, dice el especialista, la pólvora “es muy bonita, pero peligrosa”.
Señala que las luces y colores generan que la persona baje la guardia y, por ende, haya un mayor espacio para el riesgo. “Por lo general cuando algo se ve lindo bajamos las barreras de prevención, lo que genera que el riesgo se convierta en un hecho”.
Perder una mano o la vida, no es el único riesgo. Sara Lastra, toxicóloga del Centro de Información y Estudio de Medicamentos y Tóxicos (Ciemto) de la Facultad de Medicina de la U. de Antioquia, recuerda que la pólvora contiene nitrato de potasio, carbón y azufre. “La ingesta genera alteraciones metabólicas importantes como cuadros de metahemoglobinemia”.
De igual manera, recuerda que hay algunos elementos como los llamados totes, triqui-traque o martínicas, que son los que les dan a los niños para que los manipulen, que si se ingieren, pueden generar “quemaduras gastrointestinales, pues estos elementos son corrosivos para la mucosa”.
Otras reacciones son vómitos de sangre, diarreas y daño hepático (en el hígado) tóxico grave, inflamación de las vías respiratorias (neumonitis química) y dificultad respiratoria. En cuanto a las lesiones por el manejo de estos elementos en menores de edad, el INS recalca que entre 2015 y 2019 se reportaron 2.098 lesiones, de los cuales Antioquia representó el 14 %, Valle el 10 % y Cauca el 8 % en ese lapso.
Al respecto, Jairo Quiroz, director de la clínica Reina Catalina de Barranquilla, llama la atención de los padres para que “en el hogar tengan cuidados para que el índice de quemaduras en niños disminuya”.
Pandemia, otro ingrediente
En el contexto en que se encuentra el país desde el 6 de marzo pasado, cuando se detectó el primer caso de coronavirus, la realidad es que el sistema de salud se ha volcado a atender la pandemia, lo que abre un riesgo de cara a un aumento de quemados que presionen la necesidad de servicios médicos.
Beltrán sostiene que los hospitales en la actualidad “tienen una carga extra por la atención de pacientes covid y si le agregamos una carga adicional a pacientes quemados, vamos a tener dificultades”.
Serna Jiménez, dice que se debe generar conciencia y comprender que “quien manipula pólvora también manipula la vida de otras personas”, sostiene el urgentólogo, al preguntar “¿cuántos incendios o personas lesionadas se registran sin tener nada que ver con la manipulación de estos elementos?”.
Salazar también le adjudica a la pandemia que se haya bajado la guardia.
“Se estaba tratando de mejorar, incluso había comités en las secretarías de Salud que desde octubre definían campañas, pero ahora no se logró”, dice el analista, quien recuerda que en ciudades como Manizales o Cali, por ejemplo, el año pasado “empezaron con las campañas preventivas desde septiembre”.
1.006
quemados hubo en el periodo 2011-2012, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud.
94
personas se quemaron en la temporada decembrina de 2019: INS.
787
quemados registró el país en la temporada decembrina pasada, según el INS.