Después de la masacre en el municipio de Landázuri (Santander) –por la que murieron cuatro miembros de una misma familia y luego la comunidad enfurecida mató a cuatro de los señalados asesinos– se conocen más detalles. La familia de uno de los señalados delincuentes asegura que su ser querido “no era un asesino” y que “recibió disparos de gracia”, sugirió que la comunidad estaba armada.
Se trata de Reiner Marín Carvajal, un hombre de 36 años, que murió en medio del ajusticiamiento de la comunidad ese 11 de septiembre en el corregimiento de Buenos Aires. La familia del hombre muerto señaló que él era uno de los trabajadores de confianza del profesor Álvaro Díaz.
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“He preguntado, a mí me dicen que la comunidad lo linchó, mi hermano no aparece con golpes de ningún lado, él no está revolcado. Mi hermano tiene tiros de gracia, tiene uno en la frente. La comunidad está armada, no sé con qué lo mataron. No sé si la comunidad de allá mata así, quiero que me expliquen”, le dijo a Oro Noticias uno de los familiares de Marín.
El relato que se ha difundido sobre este caso indica que cinco ciudadanos extranjeros llegaron hasta la finca de Díaz en estado de embriaguez y atacaron con armas blancas al profesor, su esposa Loiden Acuña y sus hijos de 13 y 20 años. Las víctimas murieron en el lugar y los asesinos les prendieron fuego.
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La familia de Marín Carvajal sembró la duda sobre la manera que se cometió la masacre, pues aseguró que su ser querido no era venezolano y que, al momento de encontrar el cuerpo, estaba indocumentado.