Mientras el Gobierno insiste en reclamar celeridad a las Farc para lograr acuerdos en la mesa de negociaciones, la guerrilla responde que el actual ciclo de diálogos podría terminar sin concluir el tema de víctimas porque el gobierno se está negando a concretar la reparación.
En un comunicado emitido desde La Habana, los jefes negociadores de la insurgencia afirmaron que durante el último año de conversaciones han hecho múltiples propuestas para avanzar, que no han sido acogidas por el Gobierno.
“Nuestras iniciativas están en manos del Gobierno, sin que luego de un año de debates se haya dado desde las instituciones alguna respuesta que satisfaga a las víctimas, salvo el decreto 0303 de 2015 referido a desapariciones forzadas”, señala el mensaje.
También se refirieron al acuerdo de víctimas que no ha podido concretarse y cuya discusión se ha prolongado más de lo esperado. “Ninguna excusa hay para que no se concreten medidas urgentes de reparación que apunten a responder a las exigencias de las víctimas; ninguna justificación hay para retrasar un acuerdo sobre Comisión de Esclarecimiento y Verdad, así como ningún argumento racional se puede esgrimir para escalar la guerra en momentos en que hablamos de paz”.
Según las Farc, los retrasos
en la agenda de diálogos que prolongan las negociaciones se deben al interés del Gobierno de “atravesar en el proceso temas de su interés particular, como lo son las iniciativas de justicia transicional, cuya solución en nada debería retrasar la búsqueda de salidas a las necesidades de las víctimas”.
La semana pasada, el presidente Juan Manuel Santos pidió agilizar las negociaciones al reconocer que “llevamos un año completo sin hacer avances sustanciales” y “la paciencia de los colombianos no es infinita”.
Además de las discrepancias entre el Gobierno y las Farc por la justicia transicional, por cuanto la guerrilla rechaza el Marco Jurídico por la Paz por considerarlo una normativa unilateral, también hay diferencias por el otro tema pendiente: fin del conflicto.
El Estado plantea la concentración de tropas en sitios delimitados, mientras la insurgencia niega someterse. A estos se suman otros asuntos claves sin resolver como la entrega de armas (solo dejación, según las Farc) y el mecanismo de refrendación.