La semana pasada, el presidente Gustavo Petro estuvo desaparecido durante más de 60 horas, y su ausencia fue imposible de ignorar durante la décima Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), evento donde él debía ser el anfitrión para entregarle la presidencia pro tempore del organismo a su homólogo panameño, José Raúl Mulino.
Después de horas de silencio al respecto, el jefe de Estado colombiano aseguró que debió “perderse” por “autoprotección”, debido a que querían atentar contra su vida. Como prueba publicó una foto de armas antitanque en el centro de Bogotá, cerca de donde pasa la caravana presidencial. Sin embargo, tanto la Policía, como la Alcaldía de Bogotá y el Ejército, aseguraron que aquella foto no corresponde con lo denunciado por el presidente.
“Que miembros de la policía hayan ocultado el encuentro de estas armas antitanque, capacez de romper el blindaje de cualquier carro, es quizás más grave que el hecho”, dijo Gustavo Petro, animando a las autoridades a iniciar una investigación urgente.
La investigación dio resultados, solo que no los esperados por el jefe de Estado. En entrevista con Caracol Radio, César Restrepo, secretario de Seguridad de Bogotá, aclaró los pormenores del asunto.
“Hicieron parte en algún momento de un armamento que fue disparado o fue desactivado en alguna medida (...) La policía no solo lo recoge y hace todos los procedimientos correspondientes al reporte del hallazgo de esos tubos, sino que adicionalmente hace una investigación sobre cuál es el origen”, explicó.
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El secretario agregó que aquellos restos no suponían ni un peligro ni una amenaza para civiles o miembros del Gobierno Nacional. El origen de aquellos restos era inocuo: fueron dejadas en la casa de una ciudadana por una persona que la habitó 6 meses atrás. Al encontrarlas, la dueña de la casa las colocó en la basura.
El presidente aseguró que aquel relato “no le convence”, y pidió que la investigación sea más a fondo. Las autoridades de Bogotá no están en contra de aquella medida. De hecho, desde que ocurrió el incidente entregaron a la Fiscalía General de la Nación un paquete con entrevistas, fotos y seguimientos desde las cámaras de vigilancia que datan cuando aquellas armas son desechadas.
“Ellos tienen la información y la han llevado adelante en la investigación y me imagino que de la Fiscalía, si le encontraron méritos a eso, debieron haber informado a la seguridad presidencial en ese momento”, afirmó Restrepo.
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