Gustavo Petro, presidente electo de Colombia, no lleva una semana de haber sido elegido y ya habló por teléfono con Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Vladimir Putin, de Rusia, lo felicitó.
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Los mandatarios de Estados Unidos y Rusia ya se comunicaron con el presidente electo.
Gustavo Petro, presidente electo de Colombia, no lleva una semana de haber sido elegido y ya habló por teléfono con Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Vladimir Putin, de Rusia, lo felicitó.
De esta forma, el próximo mandatario del país empieza a dar sus primeros pasos con respecto a dos de las potencias más grandes y poderosas del mundo, pero que también tienen una relación tensa y se encuentran en pleno escenario de tensión por la invasión de Ucrania.
Putin le mandó una carta a Petro, en la que lo felicitó por su victoria y recordó que las relaciones entre Rusia y Colombia “tradicionalmente tienen un carácter amistoso”.
“Espero, que vuestra labor del mandatario del Estado contribuirá al desarrollo ulterior de los lazos de cooperación bilateral, mutuamente ventajosa en diferentes campos”, le resaltó Putin al próximo mandatario, y agregó: “Exitos, así como buena salud y bienestar”.
Antes de esta misiva, Petro ya había hablado telefónicamente con Biden, con quien sostuvo una llamada cordial, solo dos días después de su elección.
Según el presidente electo, esa comunicación versó sobre “una relación ‘más igualitaria’ en provecho de los dos pueblos”.
Además, hablaron sobre la lucha contra las drogas y la seguridad. El presidente estadounidense subrayó, en un comunicado emitido por la Casa Blanca, que el respeto será clave en la relación que sostenga con Petro, quien asumirá la Presidencia el próximo 7 de agosto. Finalmente, concordaron en que sus equipos harán seguimiento a los intereses comunes.
A esta llamada se sumó la conversación que Petro ya había tenido con Antony Blinken el pasado 20 de junio, día siguiente de los comicios.
Estos contactos muestran que la agenda de Gustavo Petro estará encaminada a mantener relaciones con ambos “bandos” internacionales. No se puede ignorar, tampoco, la conversación que ya sostuvo con el régimen de Nicolás Maduro.
Se vienen cambios grandes en cuanto al manejo de las relaciones internacionales de Colombia, empezando por el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela, régimen afín al de Putin.
Sin embargo, el presidente entrante, que estará al frente del principal aliado de Estados Unidos en América Latina, no parece estar dando señales de que dará un giro negativo, como el de otros gobiernos de la región con los que ideológicamente puede tener semejanzas.