La Fiscalía judicializó al médico Antonio Figueredo por los delitos de acceso carnal violento agravado y violencia intrafamiliar agravada por los golpes que le habría propinado a su pareja, la también médica María Paula Pizarro, el pasado 13 de noviembre de 2021.
Los hechos sucedieron en el municipio de Floridablanca, Santander, lugar de residencia de Figueredo. Allí el antes prestigioso médico trabajaba como cirujano en la Fundación Cardiovascular de Colombia, institución que lo separó del cargo el pasado 15 de diciembre, al enterarse de la violencia ejercida sobre Pizarro, profesional de la clínica.
La agresión ocurrió cuando salían de un bar en Bucaramanga y Figueredo le dijo a Pizarro que “no merecía ir a un hotel”, posteriormente la habría golpeado con puños y patadas causándole heridas en el rostro y la barbilla. Además le rompió tres dientes y le dejó una lesión en el tímpano. Por semejante golpiza, tuvo ocho días de incapacidad.
El ente acusador estableció otras lesiones de Figueredo a Pizarro el 29 de agosto y el 25 de octubre del año pasado.
Un juez de control de garantías dictaminó medida de aseguramiento por lo que el acusado deberá someterse a un dispositivo de vigilancia electrónica, tendrá que presentarse cuando sea requerido por un juez, deberá presentar buena conducta, no podrá salir del país o del área metropolitana de Bucaramanga ni asistir a lugares donde se encuentre Pizarro, incluido su lugar de trabajo, tampoco podrá comunicarse con esta o con su familia y deberá pagar 15 salarios mínimos mensuales vigentes.
El dictamen generó controversia en redes sociales y colectivos de mujeres, especialmente porque el juez decidió privar de la libertad a Figueredo, que ha sido denunciado por otras dos mujeres por hechos similares.
A pesar de la denuncia en su contra, el cirujano no se presentó a la audiencia de imputación de cargos el pasado 15 de diciembre y de acuerdo con la Fiscalía “durante las audiencias concentradas no aceptó los cargos imputados”.
