El Gobierno y las Farc iniciaron ayer el plan piloto de sustitución de cultivos de uso ilícito en diez veredas de Briceño, Antioquia.
Para ello fueron hasta el corregimiento Pueblo Nuevo donde, acompañados de representantes de la ONU y de la FAO, integrantes de la mesa de diálogos le expusieron a 250 campesinos las bondades del proyecto.
“El compromiso del campesinado es sustituir, tumbar la coca y comprometerse a no volver a involucrase en negocios ilegales. En cambio, el Gobierno se compromete a ingresar con otros programas para estas 10 veredas”, les explicó el alto consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo.
Este proyecto, continúo Pardo, es una iniciativa que tiene que ver con el desescalamiento del conflicto y con la generación de medidas de confianza, que ayudará a disminuir los altos índices de áreas cultivadas con coca.
Por su parte, “Pastor Alape” manifestó que no se van a erradicar cultivos sino que se van a sustituir, lo que quiere decir que de acuerdo a las prioridades se van a sembrar otros productos y en la medida que se van cultivando los nuevos se va reduciendo la producción cocalera.
Los alcances del proyecto
Aún no hay un censo específico de cuántas hectáreas hay sembradas con coca en Briceño, el alcalde José Danilo Agudelo se aventuró a decir que el 95 % del territorio de su municipio lo está y campesinos de la zona le revelaron a EL COLOMBIANO que en los últimos dos meses han sembrado 70 mil palos nuevos.
Tampoco se dispone de datos específicos acerca de la cantidad de familias dedicadas a ese negocio en Briceño, esas serán incógnitas a resolverse durante los dos meses que durará la construcción de la hoja de ruta del piloto.
Peticiones de la comunidad
“Somos nosotros los que hemos sufrido el rigor de la guerra, somos nosotros a lo que nos ha tocado convivir con minas antipersonal y nos ha tocado transitar por una vía prácticamente infrahumana, es imposible que se diga que en Briceño y que específicamente en Pueblo Nuevo, se esté haciendo un proyecto piloto cuando no tenemos ni siquiera una vía de acceso”, reclamó Ignacio Jaramillo, presidente de la Asocomunal de ese municipio.
Al ser cuestionado sobre este tema, el alto consejero para el posconflicto comentó: “Lo que estamos buscando es compromisos que sean viables y cumplibles, si, por ejemplo, está planteado que hay que hacer un metro en Briceño para sustitución de cultivos pues obviamente eso no se puede trabajar, por eso se trata es de generar confianza y no de recibir peticiones”.
Sin embargo, el plan sí las contempla: “los campesinos cultivadores no serán tratados como criminales y contarán con alternativas productivas y acompañamiento permanente e integral del Estado que incluirá seguridad, carreteras, escuelas y centros de salud”.
Las veredas impactadas inicialmente serán: Orejón, Pueblo Nuevo, La Calera, La América, El Pescado, La Mina, Buena Vista, Altos De Chiri, Roblal y Palmichal.