Un verdadero drama están viviendo la mitad de los municipios de Chocó luego de que los ríos Atrato y San Juan reportaran crecientes tras fuertes aguaceros que están cayendo en la región. Debido a la magnitud de la emergencia, los organismos de socorro apenas están consolidando el número de afectados, pero se teme que sean unas 25.000 personas.
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Así lo dio a conocer Carlos Iván Márquez, director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Ungrd, quien en conversación con EL COLOMBIANO advirtió que la situación más compleja se está viviendo especialmente en los municipios del Medio San Juan, Sipí, Istmina, Carmen del Darién, Lloró y el Alto Baudó.
“Estamos en la etapa de la evaluación de la emergencia y lo que nos hemos encontrado es que se trata de inundaciones rápidas que pueden empezar a bajar en las próximas horas. No tenemos reporte de desaparecidos. Desde ayer estamos movilizando 100 toneladas de ayudas que tenemos presupuestado le lleguen a 25.000 personas afectadas”.
Dijo que en Quibdó se estableció la sala de crisis desde donde se está coordinando la atención de las comunidades afectadas. Este jueves Márquez hará un recorrido por la región para revisar los reportes de todos los municipios y tener un consolidado exacto de la afectación. Así mismo, evaluará con la Gobernación la posible declaratoria de calamidad del departamento”.
Indicó que aunque en Chocó hay capacidad de respuesta, la región sigue siendo muy vulnerable. “Este es un departamento que por su ubicación es complejo, además, la mayoría de los municipios están en zonas inundables y en consecuencia todos tienen una vulnerabilidad alta. Afortunadamente se hicieron acciones de evacuación preventivas porque no se nos han presentado personas desparecidas ni fallecidas. Esto es un avance importante en la gestión del riesgo”, puntualizó Márquez.
La alcaldesa del Alto Baudó, Carmen Londoño Mosquera, dijo que están pasando momentos difíciles y pidió la ayuda del Gobierno Nacional.
“En este momento tenemos aproximadamente a unas 3.500 familias afectadas, de las cuales 1.200 son las más impactadas porque sus casas quedaron bajo el agua. Además, hay unas 70 viviendas destruidas y esas familias lo perdieron todo, no alcanzaron a sacar nada. Es triste ver cómo pierden todo en un instante”, dijo la mandataria.
Subrayó que le está haciendo un llamado a todas las instituciones para que los ayuden, ya que no estaban preparados. “Aquí en el municipio está la Cruz Roja, pero preparados para algo así, no estábamos. No había visto en el Alto Baudó algo así. Estamos tratando de atender la emergencia, pero realmente no tenemos recursos para atender a los damnificados, no los hay”.
Por último, indicó que en este momento no hay un solo lugar seco en Alto Baudó y que en la noche del martes hubo familias a las que les tocó buscar las partes más altas del municipios “y ahí armaron sus cambuches, porque en sus viviendas ya el agua inundó todo. La verdad es que es muy triste ver cómo se derrumban las casas”.
Por último, Antonio Beltrán, líder comunitario de El Carmen del Darién, dijo, entretanto, que la situación es muy critica porque no ha parado de llover y el nivel de los ríos no ha bajado. “La mayor afectación se nos está presentando en el campo, todos los cultivos se perdieron. Aquí no ha llegado nadie a evaluar los daños”.