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Expedición Bio, impulso a turismo y naturaleza
La ministra de Ciencia cuenta detalles del proyecto que actualizará la historia de avifauna en el país.
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La expedición recorrerá cinco zonas del país y espera apoyarse en el conocimiento de las comunidades, según detalla la ministra de Ciencia, Mabel Torres. FOTO Edwin Bustamante
04 de noviembre de 2020
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Más de un siglo después de que el naturalista Frank M. Chapman realizara expediciones en Colombia con el fin entender cómo se distribuían las aves y cómo evolucionaron en Suramérica, un grupo de investigadores nacionales repetirá la ruta trazada por el estadounidense entre 1911 y 1915, en busca de nueva información sobre las aves en el territorio nacional.
Los científicos esperan identificar los cambios en su diversidad genética y poblacional, el estado de conservación, teniendo en cuenta los cambios en el paisaje y los efectos del cambio climático, y formular estrategias de desarrollo sostenible como el aviturismo. EL COLOMBIANO habló con la ministra de Ciencias, Tecnología e Innovación, Mabel Torres, acerca del proyecto que financia, con $1.000 millones, la cartera que dirige.
¿Cuál es la importancia de estas expediciones?
“Se busca resaltar la importancia de fomentar el conocimiento y aprovechamiento sostenible de la biodiversidad en los territorios colombianos, forjando las bases de bioeconomías locales a través del reconocimiento de la diversidad de las regiones y la autonomía de éstas. Estas son un grupo de expediciones sin precedentes que buscan entender cómo los cambios en el paisaje y en el clima de algunas zonas de nuestro país, después de un siglo, están afectando la diversidad y el estado de conservación de las aves”.
Uno de los componentes del proyecto es lograr una apropiación y diálogo social con las comunidades, ¿cómo conseguirlo?
“Buscamos que las comunidades se empoderen de su biodiversidad y del conocimiento. Por un lado, se hará una caracterización de las aves en las zonas donde se realizan las expediciones y sus respectivos análisis taxonómicos y genómicos. Ambicionamos que las comunidades usen el conocimiento que tienen de su biodiversidad y el que se obtenga de iniciativas como las expediciones, y se generen nuevas alternativas económicas sostenibles para dichas comunidades”.
¿Cómo garantizar que escenarios como estas expediciones sirvan como referencia o punto de partida para seguir alentando la participación de mujeres en campos de investigación?
“Aparte de las cinco investigadoras que participaron en la primera expedición, debemos resaltar que quien coordina las Expediciones BIO “Alas, cantos y colores” es Natalia Ocampo, una doctora en Ecología de la conservación con amplia experiencia en aves. Y son estos ejemplos los que tenemos que resaltar, y muchos otros en los que grandes investigadoras colombianas lideran procesos, con el fin de motivar a las niñas y mujeres para que cada vez se interesen más en temas de ciencia y participen en actividades de investigación, sueñen con volverse investigadoras y lo hagan realidad”.
Si bien las expediciones irán a Fusagasugá, Honda, San Agustín, Morelia y Barbacoas, siguiendo la ruta de Chapman, ¿qué otras zonas serían fecundas para estas exploraciones?
“El plan de expediciones enfocadas en aves abarca tres fases, cada una con cinco expediciones, para un total de quince. Las cinco mencionadas corresponden a la primera fase. Se espera que con la realización de las otras diez expediciones se incluyan regiones del Chocó (segunda fase) y el Caribe (Bolívar, Magdalena y Atlántico), en una tercera fase”.
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